jueves, 10 de julio de 2025

Dia 7/30

No te pregunto cómo estás. Lo acordamos, y quiero cumplirlo. No vengo a convencerte, solo a decir lo que necesito y escuchar si quieres responder.

He pensado mucho esta semana. Pero hay algo fijo: no quiero esto y sé que no puedo. Un mes de limbo, otro de silencio, y sentir que somos algo mientras estoy solo. No debería ser así. Ni para ti, ni para mí.

Echo de menos lo que éramos, pero por primera vez estoy dispuesto a dejarlo ir. Si se acaba, será un recuerdo bonito. Volveré a estar bien.

Entiendo por qué haces esto. Pero yo también tengo que cuidarme. Aunque sea pidiendo lo mínimo, para no ahogarme del todo. Si no puedes darlo, lo entenderé, pero no puedo quedarme en este punto. Este verano es mío. Con mi familia, mis amigos, mis hijos. Y con la paz que necesito.

Porque por mucho que valore lo nuestro, no puedo sostenerlo solo.

Y en toda esta racionalidad, se coló la petición desesperada. "Por favor, no puedo sólo". ¿Tu respuesta? "Lo pensaré".

Y te entendí. Tantas veces que te dolías de mi falta de empatía, y aún así te seguía entendiendo. Pero este fue el "click". En esa montaña se quedó mi última esperanza de que nos podíamos arreglar. ¿Cómo eras capaz? Todavía no lo veía del todo, pero ¿cómo pudiste responder a una petición de auxilio con "lo tengo que pensar"?

Acepté. Todavía necesitaba darme cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Di "amigo" y entra