miércoles, 30 de septiembre de 2015

Una noche más

Es un cigarro. Blanco, naranja, vulgar. Ni el cigarrito de Platero, ni tan siquiera uno de esos caseros que aún recuerdan a festivales. Tan solo un cigarro, de cajetín, de esos que por principios o cabezonería nunca iba a probar. Y se consume dentro del coche.

Exhalo en el silencio. A mi lado no conduce quien imaginé quien lo haría en estos momentos. No hemos tenido conversaciones larguísimas de desnudarnos el alma ni momentos eternos compartidos. Hubo una lágrima, una vez en el portal, pero nunca volvimos a mencionar aquello. No, nos va mejor este silencio que las conversaciones torpes, de expectativas que empezamos a tener. En el silencio quizá seguimos sin entendemos, pero nos hacemos compañía. Pasan las luces del Tibidabo a nuestro lado, tráfico de domingo noche. Volvemos de bailar.

Una canción, Reality, se cuela cuando pone la Flaixbac.

Make me feel the warm
Make me feel the cold
It's written in our story
It's written on the walls
This is our call
We rise and we fall
Dancing in the moonlight
Don't we have it all?


 Me descubro contento en el silencio, mirando alternativamente el paisaje y a ti mientras conduces. Me gustas, y no pienso hacer nada al respecto, en ningún sentido. Estoy contento, tranquilo. Aunque no fuera esto lo que imaginé hace años. Aunque no sepa dónde iré en unas semanas. Aunque no sea lo que quería ser. Todo se escapa por la ventanilla junto con el humo. Mi niño interior calla y se desvanece, el adulto se relaja y se acepta.

No puedo conformar la vida con sueños de niño. 

domingo, 20 de septiembre de 2015

I could care less

- ... anyway, I could care less

- I think you mean you couldn't care less. Saying you could care less implies you care at least some amount.

- I dunno. We're these unbelievably complicated brains drifting through a void, trying in vain to connect with one another by blindly flinging words out into the darkness. Every choice of phrasing and spelling and tone and timing carries countless signals and contexts and subtexts and more, and every listener interprets those signals in their own way. Language isn't a formal system. Language is a glorious chaos. You can never know for sure what any words will mean to anyone. All you can do is try to get better at guessing how your words affect people, so you can have a chance of finding the ones that will them make feel something like what you want them to feel. Everything else is pointless. I assume you're giving me tips on how you interpret words because you want me to feel less alone. If so, then thank you. That means a lot. But if you're just running my sentences past some mental checklist so you can show off how well you know it, then I could care less


jueves, 10 de septiembre de 2015

Cuando con un cuarto de siglo te has mudado demasiadas veces - y las que faltan - te conviertes en una especie de expat permanente. Conoces mundo, muchas formas de ver la vida, te desarrollas cada vez que aterrizas en un entorno nuevo. Personalmente estoy muy agradecido de haber dado tantas vueltas.

Esto tiene un lado negativo, claro. A cada salto, pierdes más contactos, y cada vez es más difícil enraizar. Todo el mundo tiene sus vidas hechas y no es sencillo hacerse un hueco en ellas. Es totalmente comprensible. Aún así a veces es inevitable no sentirse un poco desarraigado.

Pero luego está esa o esas personitas que aunque no les sobre espacio aún estiran el ala para invitarte a entrar y que te pongas cómodo. Las que encienden la linternita si llega Noviembre y ha oscurido demasiado pronto. Los refugios y las que irán en la mochila cuando marches.



sábado, 5 de septiembre de 2015

Desde dentro (II)

Sigo trabajando en mi casa. Ya no hay agujeros en las ventanas ni postigos rotos. Los cimientos son sólidos, crecen plantas dentro y fuera. Colgué textos en la buhardilla, invité amigos al vecindario. Hago fiestas a veces y a cada uno de los asistentes les pido un post-it que colgar en la pared.

Le falta algo, claro. Tú. A veces se me hace demasiado grande, si Luna está lejos, Mayo no quiere venir y yo no tengo un buen día. A veces consigo combatirlo con música. A veces me doy cuenta de que el trabajo no está acabado aún.

No llegues todavía. No llegues mientras dude de si te invito a quedarte porque eres Tú o porque el trabajo está incompleto. Llega el día que la casa esté terminada y no te sientas culpable por la espera. A fin de cuentas la estoy arreglando por ti.

desde dentro (I)

3 minutos y medio

Hola, ¿Cómo te llamas?
¿cuál es tu ritmo?
¿Me acompañas y nos acompasamos
por tres minutos y medio?

No sé de tus pesares y alegrías,
logros, fracasos, triunfos y sueños,
no sé qué camino te trajo aquí.

Pero por tres minutos, sincrónicemonos,
cuéntame como abrazas, giras, ríes.
No te contengas, tengo ciento cincuenta segundos
para tocar tu vida,
para guardarte en esta noche,
para jugar. Dame algo más,
dos minutos y no te volveré a ver.
Qué rápido pasan las canciones.

¡Espera! paralízate, congela el reloj.
Ahora que nos notamos con los ojos cerrados,
ahora que noto tu mejilla en la mía,
ahora que te veo. Un minuto.

Un minuto de
frenesí, gotas de sudor al aire,
giros que son tormentas.

Treinta segundos, el tambor del final,
dame tu último suspiro, giro, risa.


Cero.

Hola, ¿cómo te llamas?