miércoles, 30 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 15

Esto me recuerda. Encontré que no había borrado, y era bastante intenso: nuestro Blend de Spotify. Se actualiza cada día solo y te da pistas de lo que escucha el otro. Muchos temas de ruptura. Lo maté. Ya casi sin remordimientos. 0 es 0.

No tengo ganas de verla. Soy el primero que le gusta “vivir”, pero ojalá no viniera. Ojalá se fuera a vivir a otro país. Solo tengo curiosidad por cómo lo estará viviendo ella, porque a mí lo que me ha reventado ha sido su frialdad y su falta de cuidado estos dos meses, la falta de prioridad hacia lo que compartíamos. Pero ese mismo periodo yo estuve detrás de ella, pasándole todo, intentando estar juntos, reafirmándola. Quiero pensar que ella ya ha hecho camino también. Espero que no haya estado cogiendo fuerzas para reintentarlo, como dijo que haría. No me veo capaz, y se lo diría. Para mí, el tiempo de fluir se ha terminado. Yo necesito algo estable y claro.

martes, 29 de julio de 2025

lunes, 28 de julio de 2025

domingo, 27 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 12

 Crack.

Diario de una Ruptura - Día 11

 Hay verdades fijas, instintivas. Como la de "no puede acabarse asi". También la de "tenía 25 años y una única relación". Mucho por delante, mucha libertad, historias y personas sin tanta maleta ni equipaje. Es normal que lo prefieras. Se tarda tiempo y experiencia en querer y saber cuidar, en valorar. Y oye, que ojalá lo encuentres pronto, y no te pases años y decepciones buscando lo que tuviste. Dicho...¿casi sin acritud? No, no te deseo mal. Te entiendo. Aunque también espere que me acabes entendiendo tú a mí.


sábado, 26 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 10

Creo que la herida está limpia. La noto, pero la noto bien. No hay dudas, culpa, reproche, ansiedad, enfado.  Hay pena, tristeza, melancolía. Esperanza, calma. Queda camino, lo veo, pero va a sanar. Y aunque las heridas enseñan, las cicatrices solo hacen recordar.

___

La temida punzada de celos. De celos de chicos, de celos de simplemente que estarás viviendo tu vida sin mí. Pero luego pienso que hace un año me estabas contando en directo tus citas, enamoramiento, intentos de relación. Que me escondías (otra cosa que para ti era indispensable pero se te olvidaba hacer). Y era temer cada noche el mensaje. Y sobreviví. Y tuviste otras cosas y sobreviví. Hacías lo que temo ahora, y aquí estoy. Solo que ahora tengo la ventaja de no saber. Luego sello la grieta con el "y encima no sois nada" y ya está.

___

Te seguirán saliendo canciones de Beret? Seguro que si, el algoritmo es muy cabron. 

Las seguirás escuchando? Seguro, te sigue gustando y no huyes de las emociones. 

Te importará, ¿recordarás? Ahí dudo. 

viernes, 25 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 9

"Si tengo que elegir entre quien tienes cerca, ninguna. Ninguna parece que sepa cuidar. Pero si ha de ser una, X no. A X la tienes demasiado dentro. Le permites todo"

Sí que tengo miedo de haberme quedado más herido. Pensar que mi "hasta que la muerte me separe" se olvidó de mí en vida, y que la persona que me rescató de eso me dio la patada también. De tener más miedo al abandono, de anhelar otra vez la seguridad y que alguien esté orgulloso de estar conmigo y pensar que no me va a pasar. Y tener pánico cuando lo tenga por si lo vuelvo a perder. Salir corriendo yo primero por si acaso, o doblarme otra vez para que no se vaya.

__

 Y a la vez, no puedo dejarte volver como si nada, si es que aún piensas en volver y no simplemente te has terminado de liberar, no lo se. Pero no podría ser como si nada o conmigo de responsable. Ya pagué penitencia, ya trabajé y demostré. Necesitaría ver que reconoces tu daño y estas dispuesta a trabajar, y a demostrar que no te irás otra vez a la primera. Es que si no, no podre estar. Viviría con miedo permanente o no podria discutir por si eso te hace irte otra vez. Necesitaría que reconocieras que no estuvo bien. Las 3 patas del perdón sincero: reconocimiento del dolor, reconocimiento de la responsabilidad y el plan que no vuelva otra vez. Y veo esto tan improbable que se que lo más normal es que directamente no regreses, o lo hagas casual, en ese orden.

jueves, 24 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 8

¿Cómo puedes estar tan lejos después de solo una semana de ruptura? Pero luego recuerdo que antes de esa semana vinieron dos de “somos algo pero no puedes hablar conmigo, no somos pareja, no te garantizo que volvamos”, y antes de eso cinco de “no somos pareja, no puedo hablar de lo que somos, no te garantiza que volvamos a serlo”. Ya son casi dos meses desde la última vez que dijiste que éramos algo, de que me hiciste ver que querías estar conmigo, desde los planes que hicimos en la playa. Para dos meses desde la ruptura, no está mal. Y eso sin contar que ya intentaste ir en febrero.

Nueva red flag desbloqueada: "Si no estás atento, podrías quedarte atrapado en el mismo rol de adivinador emocional que ya conoces: sostener a alguien que no termina de elegirse contigo. Por eso hay que dejar que algo bonito crezca con naturalidad, sin prisas. Aprender a vincularse desde otro lugar, sin urgencia, sin fusión, sin ansiedad. Eso también es un paso en tu recuperación, y quizá un paso hacia una nueva forma de amar. Quédate con eso."

____

" Siento curiosidad por cómo lo estará llevando. Si de verdad nota la ausencia o si está haciendo su vida al margen. Supongo que es un mix. Porque siendo como es ella, incluso estando conmigo, la he visto desconectarse de todo y, al mismo tiempo, hundirse en cada emoción. Quizá lo está superando de verdad y decidiendo ser libre, o quizá aún piensa en regresar. No lo sé.

Quiero escribirle algo bonito, algo para congelarlo, para dejarlo ahí sin necesidad de abrirlo de inmediato. Cada día siento que todo se desgasta un poco más, que regresar ya no será posible aunque ella haga su trabajo. Y así también me lo quito de dentro, como dejarlo en una estantería por si lo necesito más adelante… y si no, que no moleste."

miércoles, 23 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 7

No estàs, te echo de menos y estoy triste. Ya está. Sin reproches ni rencores ni planes ni pensar si puedes volver.

martes, 22 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 6

 Esto no es positivo: te echo de menos en lo dificil. No se  si por merito tuyo de contar contigo o por necesidad. Aunque a la vez la inmensa mayoria de los malos momentos de este año han sido las rupturas y tiempos y silencios. ¿Una por otra?

Definitivamente, cuanto menos duermo o  pasan otras cosas, más flojo me siento. Supongo que es normal, biología. Y también un indicativo: si estoy bien, me siento más lejos, y recuerdo lo malo. Si estoy mas flojo, te echo de menos. No pinta bien, ¿eh? O sí, según cómo lo mires.

Tristemente uno de los mecanismos que he aprendido contigo es cómo tratar con los días malos. Dejarlos ser, entender que ya pasarán. No revolcarse, si puedo intentar buscar hacer las cosas que se que me sientan bien, aunque no me apetezca , y poco a poco ya vendrá. No evaluar mi vida ni a mi mismo en estos dias, no soy objetivo. Recordar lo que pienso y siento en un dia bueno . Y que pasará.

Y si, era verdad, tenias razón. Haciendo esto saldríamos del bucle , acabaríamos estando bien con nosotros mismos, sanariamos. Igual de cierto es que cuando matas al perro ya no te preocupas más de la rabia. Solo que te has quedado sin perro.

"Si realmente quiere estar contigo, tendrá que enfrentar ese miedo, ese orgullo o esa pasividad que antes evitó. Y si no lo hace, eso también te da información: quizás no es capaz de amar con acciones, solo con emociones."

'Conclusión cruda: si no da el paso por sí misma, aunque te piense, aunque te eche de menos, es porque no ha cambiado. Y tú no puedes volver a lo mismo disfrazado de novedad.'

_

Eras tú. Eras tú la pequeña vagabunda de pies ligeros, que recorrería mi casa y descubriría cada rincón. Sobre ti escribí durante años, solo que no llegaste y al final dejé de buscar.

Quién me iba a decir que al final aparecerías. Y que al irte le prenderias fuego a la casa.

lunes, 21 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 5

Hasta ahora había tenido el pensamiento de "puedo estar sin ti, porque me acostumbraré" o "porque no me queda otra, hice todo lo que pude y no sirvió", que ya eran avances de la angustia del "lo he roto y me toca vivir con ello" de hace unos meses.

Hoy he pensado por primera vez "claro que puedo estar sin ella...estaré mejor así " y esto es nuevo.

He visto que no has respetado tu primer límite: no ibas a estar presente en el grupo. Una vez más he vuelto a pensar en no hacerte daño, pero contacto 0 es contacto 0, ¿verdad? No tiene sentido que como pareja no pudiera acercarme a ti, pero como ex te guarde tu lugar. Lo siento, pero fuera es fuera.

Respecto de quien me rodea, algo parecido. "Quien te abandonó en el agua no tiene derecho a saber cómo llegaste a la orilla, o lo que pasó entre tú y los tiburones" . Se trata de autocuidado.

Siguen saliendo frases que te compartiría y diría "nosotros", aunque ya no me resuenan igual. Por ejemplo "We had this perfectly imperfect thing that didnt fade with time or distance " . El problema es que luego sigue: "Knowing that someone loves everything about the way you are" Y claro, ya falla, como tantas veces y tan crudo me explicaste.

Hoy la mayor parte del tiempo no he pensado en ti, y la mayor parte de tiempo que he pensado en ti no ha sido en volver. Esto también dice que la puerta sigue abierta si lo piensas, pero ya llegaremos. 

Hay algo de rencor también.  Este tiempo hablamos demasiado de lo que te dolía y querías en comparación con lo que me dolía y quería yo. Mes y medio hablando de tu dolor y....¿cuantas veces hablamos de lo que me estaba haciendo esa permanente desconfianza, inseguridad, falta de cariño o cariño intermitente a mi? Te pareció humano dejarme días en silencio,  cero certeza y cero marco

Verás (bueno, no) algo de dolor y resentimiento.  Hace unas semanas mi idea era limpiarlo, para que cuando volvieras , pudiéramos empezar limpios de cero. Ahora...creo que no. No me importa que esté ahí. Porque si volvieras, es justo tratar con las consecuencias, como seguro querras tratar de las tuyas. De no querer, me demostraría que tú no estás preparada. Pero la principal razón no es esa. Para qué hacer un trabajo que solo sería útil si fueras a volver...cuando los dos nos estamos teniendo que dar cuenta a estas alturas de que no va a pasar.  Una semana desde la ruptura final, 3 desde la ruptura de silencio, 7 desde la ruptura de pareja y 4 meses desde la primera vez que dejaste y pasamos del "somos un equipo" al "estoy mejor sin ti". No vas a volver y no voy a aceptar más herida para facilitarlo. Está la puerta entreabierta, pero si volvieras,  tendría que ser para trabajar... y tampoco voy a aguantarla mientras

Y la pregunta recurrente: ¿era esto lo que querías?

Quizás si. Quizás ves ya que estas mejor. No te culpo. Mi punto no era seguir así, sino arreglarlo. Igual de válido es tirar la relación y estar solo. La clave es: ¿y la siguiente vez? ¿Cuántas relaciones necesitaras para ver qué si las tiras cuando se estropean no tendrás nada que valga de verdad la pena? Yo ya pasé por ello. Solo te deseo que no nos eches de menos los próximos años, mientras vuelves a encontrar al alguien que te valga la pena pelear, y esta vez sí que decidas hacerlo. 

"Deseas que ella aprenda, que no tenga que arrepentirse, que no te eche de menos mientras busca fuera lo que ya tenía contigo. Esa es una de las formas más nobles de tristeza: cuando el amor no se vuelve rencor, sino enseñanza ofrecida a quien no supo recibirla. Estás aceptando su camino sin justificar el daño que hizo."

domingo, 20 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 4

Vaya trampa perfecta: Para recuperarnos, había que hacerlo bien. Hacerlo bien era no hablar, no pensar, no conectar, no recordar. Y todo eso lleva, inevitable, a perderse. Así que para recuperarnos, teníamos que perdernos.Y cuando te pierdes, ya no hay nada que recuperar.

Redondo.

En cierto modo, te agradezco esos meses. Meses de mirarme con enfado, con decepción. De transmitirme que no te bastaba, que no confiabas en mí, que no veías trabajo ni mejora, que no querías ser pareja.

Porque no sé cómo estaría superando esto si en vez de esa persona de labios rectos y mirada lejana, tuviera fresca en mi memoria la que me hablaba con cariño y orgullo. Y eso sin contar la precuela: semanas enteras de silencio. Gracias… supongo.

Ahora ya son más los ratos en que no pienso en ti que los que sí, o los que tengo que luchar por no hacerlo.

Progresamos. 

sábado, 19 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 3

Me monto trampas mentales para contactarte. Me las sé de memoria, y aún así sé que todas son mala idea.

Si cedo, abro la veda. Reseteo la ruptura que tú iniciaste. Incluso si es para dejar una puerta abierta, tendría que ser tuya la decisión de volver. No puedo tirar de ti. Te rompería el descanso. Parecería que no te respeto. Y si regresaras, lo harías confundida. 

Incluso yendo de buena fe, cumpliendo lo que me pediste antes… esta vez lo viste como ruptura total. Puede que no contestes, o que lo hagas tarde, y yo me quede esperando. No sé dónde estás ni qué quieres ahora. Tal vez, como yo, hayas seguido caminando. Todo esto se resuelve si eres tú quien escribe.

No voy a buscarte en el festival. Si es para recuperar algo, que sea en septiembre. Con más descanso. Con pruebas de que puedo esperar. Aquí estarás vulnerable y todavía curándote. No quiero que parezca que intento hacerte el lío. Y si acepto que no contactaré antes, me quito presión y me recupero mejor.

Porque no hay que olvidar que no es un descanso. Es una ruptura. La única manera de volver bien es soltar primero. No quemar la llave… pero no quedarme esperándote en la puerta. Si después de todo este tiempo, y con tu petición tan clara, quieres que pase algo, tendrás que ser tú quien venga.

La pérdida sigue, pero ahora la siento como pérdida. Ya no estás. Voy descubriendo que puedo pasar el día sin ti. Me da miedo: es aceptar que esto es final.

Pero también hay momentos de paz. Paz que no recordaba.
Ya no vivo dividido entre cuidarte y cuidarme.
La vida sin ti será más gris, quizá, o más tranquila.
Me la viniste a revolver. Yo estaba tranquilo, aunque mal, y solo.

Ahora me toca aprender a estar tranquilo y bien, aunque igual de solo. 

viernes, 18 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 2

 La frase que más dolió fue esa en la que parecía que te ibas de verdad porque no te compensaba. Porque ya estabas siendo feliz. Iba camino al hospital. Sabía que me estabas dejando. No te veía, pero lo escuchaba todo… y aun así no escuché. Entendí que estabas mejor sin mí, que mi miedo se cumplía: que habías decidido que la relación era tóxica y que preferías estar sola. Pero creo que lo que querías decir era otra cosa: que empezabas a ver un signo positivo en ti. Que no era “estoy mejor sin ti” sino “estoy mejor porque empiezo a sanar”. Y esa era la condición para volver. 

Tal vez así sea mejor. Otra puerta a la esperanza me habría dejado más pendiente de ti, desgastándome, cortando tu descanso. Y los dos sabemos que esto solo tiene una oportunidad si el espacio es real.

Mis mensajes quizá sonaron a definitivo, pero no me arrepiento de haberte dicho que lo tenía claro y que veía otra forma. Espero que eso sí te llegara.

___

Aun así, nada cambia. Es ruptura final. No hay vínculo, ni chequeos, ni esperas. Tu sanación llevará lo que lleve. No sé qué querrás al terminar ni dónde estaremos. Y yo no puedo quedarme en silencio, mirando desde la oscuridad. Si son meses o años, seremos otros. Y si antes de eso decides volver, ya sabes dónde encontrarme.

Quizá no te vayas a ningún lado. Quizá la puerta quede entreabierta. Pero ahora no somos nada. Necesito tranquilidad, estabilidad. Y lo cierto es que, si esto acaba aquí, así, se me cae la imagen que tenía de ti. No por irte, sino por la forma. Por lo poco cuidadosa que has sido, por responsabilizarme de todo, por no trabajar en equipo. Por dejarlo así, por llamada, y sin darme ni lo mínimo. Por haber estado dispuesta a dejarme sólo y en silencio.

Te quise, quise estar contigo. Pero si las cosas son así… igualmente no iba a durar.

jueves, 17 de julio de 2025

Diario de una Ruptura - Día 1

Vendrás al festival por tres razones: práctica —el dinero—, orgullo —no renunciar a un plan— y ese “yolo” tuyo. Nunca renuncias a estas cosas. Me pregunto donde queda la salud emocional que te justificó todo. Igual que no dejar nuestras cosas por toda la habitación, o seguir escuchando la lista, o venir a la oficina mi último día que podíamos coincidir. Sin relación, claro.

Cómo no iba a dolerte la relación, si le cortaste los tobillos. Cómo iba a dejarte descansar, si en junio le quitaste la confianza, la seguridad, los planes de futuro. Este mes le has quitado cualquier contacto, cariño o reafirmación. Ayer dices que no te deja descansar. Destrozas una relación, nos metes en una pseudoruptura y nos sorprendemos de que duela. Sigh.

No quiero hacer planes por si reaparece. No se hacen planes pensando en una ex. La doy por perdida. Su comportamiento es un factor externo, una fuerza de la naturaleza. Yo sigo mi camino. Ella hará lo que tenga que hacer.

La ruptura se precipitó cuando la borré de sitios. Pero ella ya había decidido no contestar a mi petición de reafirmación, y se quedó tranquila con ello. Si no lo llego a hacer, me hubiera mantenido allí para nada, sufriendo y esperando, y en el festival todo igual. Necesitaba un corte. Ella no iba a dejarme entonces; su plan era seguir en ese limbo que ya conocíamos. Limbo hasta septiembre, y luego quién sabe. Meses sin ser nada, sin seguridad ni confirmación.

Ella ya no era ella. Estaba cansada, ansiosa, desconfiada. Incluso en los días buenos, cualquier cosa podía doler. Y llegó esa versión agotada, casi tóxica, que se sentaba sobre mí a hacerme mimos mientras revisaba su trabajo, sabiendo que en cuanto terminara me pediría un tiempo. Yo quise ayudarla. No pudo o no me dejó. Y ya está.

Me apena. Ojalá hubiera aceptado mi ayuda. Pero si quiere gestionarlo así, yo no puedo estar. Hay otras personas que sí me necesitan. Y yo también.

miércoles, 16 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 12/30 (fin)

 Camino al hospital me pediste hablar. Yo ya sabía lo que iba a ser: me querías dejar. Racionalmente, no tenía sentido, ¿no? Si querías pelearlo tan solo unos días antes, si esto lo hacías por nosotros, si la relación valía la pena y las dinámicas se podían solucionar, si podíamos arreglarlo. 

Pero intuitivamente sabía que si contactabas tú, no sería positivo. Ya nunca lo era. Respiré. Al final estaba preparado, me había dicho que si querías soltar, no te podía perseguir más. Ni por nosotros, ni por mí y por quienes tenía cerca.

Comenzaste enfadada, por lo que había borrado. No habías pensado que aún te estaba esperando, que lo hacía por cuidarme y no por castigarte. No pude evitar que me hiciera gracia. O que no hubieras pensado en contestarme a mi petición de no dejarme en silencio y sólo durante un mes (mínimo). "Pensé que si no te contestaba, ya se daba por hecho". Innecesariamente cruel.

Después, el mensaje en rodeos. No te preocupes, te entiendo. Hasta el final. "Ahora mismo" decías. "En este momento". Aún hoy no se si de verdad lo creías. Un "no eres tú, soy yo" en toda regla. Pero da igual. "Retroceder para avanzar bien (juntos)". ¿Eras consciente de lo que me iba a doler esa esperanza? ¿Cómo dejas a alguien y le dejas esa soga?

Estoy contento de cómo reaccioné. Nunca me desvíe de mi mensaje. Yo quería continuar, trabajar y veía el camino. Pero a la vez ya había aceptado que ese camino era cosa de dos, no de uno. Dije lo que pensaba, aunque tampoco te peleé demasiado cuando discutiste. "No es que me haya rendido". De acuerdo. Te dije que te quería, que te había visto en mi vida. Me dijiste que tú a mí también. "Pero...".

Te pedí que te alejases de mí. Lo aceptaste a regañadientes (y no lo cumpliste demasiado). Quizás ya estabas acostumbrado a escucharlo. Pero esta vez iba a ser verdad. Mientras fuímos pareja, "vínculo" o "algo", yo me mantuve a tu lado. Esta vez sería distinto, pero no valía la pena amargarnos al final diciéndotelo. Al final, era algo que me iba a corresponder a mí. 

Nos dijimos que nos queríamos y así de absurdo se terminó. Por teléfono, después de 2 semanas de silencio, de 6 semanas de no ser pareja, 4 meses desde la primera vez que me dejaste. A las puertas de un verano de haber convivido, planes, el resto de la vida. Quizás te dió vértigo. Quizás fuiste tú la que nunca quiso hacerlo realidad. Qué más da. Solo se que los "nosotros" del enero en Molins no se hubieran creido que sobreviviríamos a todo menos al ser de verdad. Que conseguimos lo que nunca pensamos en poder conseguir para caer donde caían todos los demás.

Así que me despedí y seguí camino. Me necesitaban. No pude procesar y eso hizo que una semana más tarde fuera yo el que no se pudiera mover. Pero eso es otra historia que ya no pertenece aquí.

Día 12. Día 0.

martes, 15 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 11/30

No hago los cambios para que los vea o como castigo. Los hago porque hay trozos de vínculo que ya se me hacen raros que estén ahí. No nos veo como una pareja a la espera. Me veo yo solo, como individuo. Hice bien en pedir comunicación, era una necesidad mínima y tenía que asegurarme de que sabía lo importante que era para mí y lo necesario saber que estaba aún ahí. Ha decidido que no, y eso también es positivo haberlo visto. Si no le hubiera preguntado no sabría hasta qué punto ya no se ve capaz de conectar conmigo.

Es como reconfigurar mi vida. Ahora es más pequeña porque ella no está, pero al menos no tiene un agujero gigante que tampoco se deja ser llenado. Es como que "estoy solo" en vez de "me he quedado solo". Está terminando la etapa de cambio y por tanto de resistencia o expectativas.

Voy a borrar la lista de canciones que tenemos en común. Llevamos más de 400 canciones añadidas, más de año y medio, desde que éramos amigos especiales a toda la relación. Pero últimamente se ha vuelto una fuente de dolor para mí porque, de cierta manera, pensé que una de las formas en las cuales ella podía querer ofrecerme reafirmación o decirme simplemente que estaba ahí era seguir añadiendo canciones a la lista. No lo está haciendo y se está convirtiendo en una fuente de dolor porque al final la acabo revisando cada día. Sé que esto le puede doler porque ella la sigue escuchando, pero tampoco puedo dejar que ella marque absolutamente todo lo que se puede y lo que no se puede hacer.

Esta lista representa una relación que tenemos que asumir que ha quedado destruida. Incluso aunque volviéramos tendría que ser de cero. Aún así tengo miedo, de que le duela o se lo tome como agresión y responda. Pero después de dos semanas de silencio debería poder comprender que me empiece a proteger yo aunque no le guste.

Ha pasado otra semana de silencio, una desde que le pedí que lo terminase. Cuando pienso que tan sólo le pedí algo de cuidado porque un mes de ausencia es demasiado, llevando una semana sufriendo... y se coge otra semana para decirme siquiera qué ha decidido.

Estoy asumiendo que aparecerá al final, pero es posible que no o que lo haga para no volver y debería tener un plan. Ya no hace falta un "si te vas no vuelvas". Esta vez me encargaré yo.

Ella necesita su proceso y tú necesitas también un mínimo. Le pedías 90-10 y no quiso. Tiempo de seguir... y si ha de ser, será.


lunes, 14 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 10/30

 Me esperaba un mensaje a las 00:00. Así de tonto soy. Más que esperar, esperanza imagino.

Ayer el gesto de mi amiga fue dulce. Lo hizo también por ella, pero me llamó espontáneamente. En X, hace dos años, me hubiera marcado como lo hicieron los gestos cariñosos que tuvo. Pero… ¿y si esos gestos son normales? Y me marcaron simplemente porque yo estaba hambriento.

Por lo pronto, hoy tendría que haber sido el aniversario, y he pasado de querer escribirle una carta, a tener que comprometerme a no mandar un mensaje de texto… a simplemente plantearme si será capaz de ceder y enviarme algo, pero sabiendo que no, y aceptándolo. Ahora es una fecha sin más, una oportunidad ya perdida.

Voy cogiendo perspectiva y dándome cuenta de que me sentía culpable y responsable de todo el esfuerzo. Podría haberlo hecho mejor, por supuesto, pero también estaba cambiando y aprendiendo, como todos. Lo disruptivo es soltar tres veces el vínculo en tres meses.

Sí, está siendo peor de lo que pensaba. A la vez noto señales de pasar de “notar la ausencia de X” a “notar la ausencia de lo que me daba X”.

Sí, tendríamos que construir una nueva relación desde cero. Con dinámicas nuevas, acuerdos nuevos, terapia. Yo tampoco puedo seguir entre la presión y la división permanente.

- La última duda… ¿tiene sentido que yo esté haciendo esto? Aquí estoy dándole vueltas a cómo hacer que funcione, gestionarme para evitar rencor, coger perspectiva y espacio… mientras que ella a lo mejor lo que está haciendo es seguir ya su camino. Si no trabajo el vínculo, y ella quiere volver, volveremos a fallar seguramente. Si estoy trabajando el vínculo, y ella ya lo está superando, he perdido tiempo y energía. Y como no puedo hablar con ella ni me da reafirmación, no sé cuál es la buena

- Sí, tiene sentido. Porque lo que estás trabajando ahora no es solo por ella ni para ella. Es por ti. Trabaja por ti, no por el resultado. Que tu tarea sea “salir bien parado de esta historia”, no “conservar la historia a cualquier precio”. Tampoco le asignes a su silencio tu peor miedo. No sabes lo que está haciendo. Puede estar evitando contacto porque cree que así te cuida, no porque ya no te quiera. Hazte esta pregunta: “¿Estoy actuando de forma coherente con mis valores, cuidándome a mí mismo, dejando abierta la puerta sin arrastrarme?” Si la respuesta es sí, entonces tiene sentido. Aunque ella no vuelva. Porque al final, lo que estás haciendo no es “esperarla”. Es cerrar un ciclo con respeto, afecto y madurez, y si vuelve, mejor. Y si no, tú ya estás en marcha.

Fin del día. He cumplido lo que querías: pasar nuestro primer aniversario en silencio, sin vernos, sin hablar. Supongo que te lo tomarás como una señal positiva. Leámoslo otra vez.

El fin del día real: he ido hasta el faro hablando con una amiga sobre un podcast nuevo. He estado con mi familia, he trabajado. El día, en conjunto, ha ido bien.


domingo, 13 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 9/30

Still loving you, pero ya sería más un "volver" y redescubrirnos como pareja, que un "continuar" con como lo teníamos. A la vez, "volver" no te sirvió la última vez. Pero es lo que hay. Ruptura, mes de limbo, ruptura, mes de silencio.

Gym, vacaciones, familia. He sonreído ya de manera espontánea varias veces, lo que para mí es un 8. Al principio era siempre así contigo. Pero luego, hasta en los buenos momentos me sentía a veces que te decepcionaba por no dar más. Empiezo a ver los cambios que no te pedí.

De momento he empezado una lista de canciones nuevas, mía, con recuerdos de varias personas. Verano 2025. Me noto que vuelvo a ser yo, vuelvo.

La foto que te hice en cada estación.

Los arrozales siguen, pero no estás tú.

O: No estás tú, pero los arrozales siguen.

No sé por qué ha empezado a dolerme que te vayas otra vez. Lo mismo me da igual, que lo veo positivo, que veo que te vas y duele. Creo que han sido las fotos de la galería antes de dormir, el sonreír con las payasadas. En fin, vale, a tener cuidado aún.

- Había pensado que estaría bien llamar a mi amiga y entonces me ha llamado ella. 36 minutos. Curioso. Ha sido el highlight de la noche.

- Por un momento pensé que te había llamado X y pensé “no me pega”. 

- Ya, es triste, ¿eh? Que no sea creíble que mi "algo" (no lo llamemos pareja) me llame.


sábado, 12 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 8/30

Hacía un año que no añadía una canción pensando en otra persona que no fuera ella. Otro hito

No sé si es lealtad o dependencia perdonar todo por entenderla. ¿Está mal dejarla ir si su forma de cuidarnos es cuidarse solo a ella?

Quería borrarme de nuestra lista. Año y medio construyéndola juntos, 24 horas de música. Ya no quería entrar a ver si habías añadido algo, si querias darme un gesto en forma de canción. Pero no se dejaba eliminar sin echarte a ti también, y no te quiero hacer daño. Se que aún la escuchas y que lo notarías inmediatamente. Así que he tenido que dejarla.

El silencio sigue. Diez días. Ella dice que es por el bien de los dos, pero no. 

Mientras, se han encendido algunas llamas cerca. Noto el calor por fuera... y empiezo a notar un asomo por dentro. Estúpidamente me siento culpable por sentir, por traicionarte. 

Creo que ya me estoy desconectando. Empieza a darme pereza escribir. Dudo de la lealtad. Sospecho que a ti también te va mejor así. 

Aun así miro el calendario. Lunes, aniversario. Jueves, tu sesión. Si no, agosto. Pero ya lo veo con más curiosidad que esperanza.

Está consiguiendo que cada día sea más fácil estar sin ti. Esto debe ser lo que querías, lo contrario sería más cruel.

jueves, 10 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 7/30

No te pregunto cómo estás. Lo acordamos, y quiero cumplirlo. No vengo a convencerte, solo a decir lo que necesito y escuchar si quieres responder.

He pensado mucho esta semana. Pero hay algo fijo: no quiero esto y sé que no puedo. Un mes de limbo, otro de silencio, y sentir que somos algo mientras estoy solo. No debería ser así. Ni para ti, ni para mí.

Echo de menos lo que éramos, pero por primera vez estoy dispuesto a dejarlo ir. Si se acaba, será un recuerdo bonito. Volveré a estar bien.

Entiendo por qué haces esto. Pero yo también tengo que cuidarme. Aunque sea pidiendo lo mínimo, para no ahogarme del todo. Si no puedes darlo, lo entenderé, pero no puedo quedarme en este punto. Este verano es mío. Con mi familia, mis amigos, mis hijos. Y con la paz que necesito.

Porque por mucho que valore lo nuestro, no puedo sostenerlo solo.

Y en toda esta racionalidad, se coló la petición desesperada. "Por favor, no puedo sólo". ¿Tu respuesta? "Lo pensaré".

Y te entendí. Tantas veces que te dolías de mi falta de empatía, y aún así te seguía entendiendo. Pero este fue el "click". En esa montaña se quedó mi última esperanza de que nos podíamos arreglar. ¿Cómo eras capaz? Todavía no lo veía del todo, pero ¿cómo pudiste responder a una petición de auxilio con "lo tengo que pensar"?

Acepté. Todavía necesitaba darme cuenta.

Diario del Silencio - Día 6/30

No sé si es la perspectiva o el descanso. Pero esta mañana me he despertado tranquilo. He dormido bien. Pienso en las vacaciones. En que esto empieza a parecer un juego mecánico: no hagas esto, no hagas lo otro, no escribas, no vayas a verla.

Un proceso.
No un desgarro.
No una lucha bonita.

Y veo que las probabilidades se nos ponen en contra. Todo depende de dos cosas:
que tú quieras volver de verdad  - y no confío -
y que yo quiera volver - y me da miedo decirlo
porque empiezo a pensar que no.
Un poco. Pero suficiente.

El día que lo tenga claro, ya está. No vamos a volver para repetir febrero. Para disculparme por la distancia que tú misma creaste y no quisiste sostener.

Me gustaría un gesto, una señal de que trabajas por tu lado. Algo que acorte este tiempo. Pero no confío.
Porque tú no ves estas cosas. No ves mi estado de ánimo. No empatizas. Si lo hicieras, no me habrías hecho esto. No eres tan cruel. 

Penúltimo día de oficina. Penúltimo día en Barcelona. Aún podríamos vernos en veinte minutos de coche. Pero no.

Tengo ganas de irme. Solo es aguantar un poco más. He tenido el impulso de escribirte, de preguntar si quieres hablar. Pero ya sabes dónde estoy. Ya te tendí la mano. Si no quieres hablar, prefieres el descanso. Sin reafirmación. Sin contacto. Yo ya te ofrecí dos veces. A ti también se te podría ocurrir. Si no lo haces, no piensas en mí. O no quieres.

Me freno para no reconocer que estoy dolido. Es como aceptar tus razones. Y ya me convenciste de que esta aproximación era la correcta.

Pero no lo es.

Aunque tengas tus razones, no quita lo doloroso, lo egoísta. Ni tu responsabilidad en quizá haber matado la pareja. Ahora aprendo a hacer mi vida sin ti. Lo decidiste tú. No yo.

Cada vez siento más que nos alejamos. Que ya no somos uno. Que caminamos separados. Dijiste que éramos “algo”. Pero ¿qué pareja hace esto? ¿Qué pareja prohibe hablar, verse, comunicarse durante dos meses? Quizá todo este tiempo fue una ruptura. Un disfraz para no decirlo.

Recuerdo: la decisión es tuya. Si notas la distancia y la dejas crecer, es que eso quieres. Y si es así, yo tampoco quiero volver. El único problema sería que tú no lo notes, pero decirlo sería presión. Consecuencias de prohibirnos hablar, parte dos.

Cada vez que acepto respetar tu espacio, lo hago a costa de lo que yo necesito. Me consuelo pensando que esto no se hace en pareja. O al menos no en la pareja en la que quiero estar. Porque si no, sería asumir que estoy renunciando a mí.

A veces pienso que llevas tiempo queriendo irte. Que quieres vivir a tu aire. O con alguien sin maletas. Que este espacio es tu forma de desengancharte. Que sería normal. Lo cruel es llamarlo amor.

Hoy te he visto donde no tenías que estar, después de dos meses ¿Mensaje? Si quieres contacto, que lo haya. Si es para que yo te busque, no. Si esto era un mensaje, no cuenta. Es demasiado poco. Demasiado confuso. Y si es para que lo haga yo después de que me pidieras espacio, tampoco cuenta.

Y mientras, pienso en preparar el coche para el viaje. Silencio. No me acordaba de ti. Me acostumbro a vivir sin ti, cuando antes eras el centro de todo. 

En casa ya. Otra prueba superada en este minijuego de romper el vínculo. 

Pensamiento suelto: ya está bien, ¿no? Ya me has castigado bastante.

Pensamiento suelto: quizá tenías razón. Soltarnos y ver si queremos encontrarnos después.

Sigo aplicando lo que me enseñaste. Entender. Validar. Acompañar.

Quizá creo que sin ti no volveré a tener recuerdos bonitos porque los tuyos están cerca, y los de otros muy lejos.

Cada vez más, ya no es tu nombre. Es “la ex”. La chica que sabes que no va a funcionar.

No lo llevo bien.

Y me muevo del “contáctala para hacer las cosas de forma distinta” al “contáctala para decirle que no quiero esto y ya está”.

miércoles, 9 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 5/30

 I. Un día más
Hoy, al despertarme, pensé en ella. Pero no me desvelé.
“Ya está. No está. No puedes hacer nada. No es culpa tuya.”
Me lo dije.
Y seguí durmiendo.
No sé si es el primer paso para dejar ir
o solo una forma mejor de esperar.
Pero dolió menos.

 II. Añoranza selectiva
Echo de menos sus cariño,
tus abrazos,
sus te quiero.
Aunque también me duele pensar
que los últimos me los dio
sabiendo que se iba.
El cuerpo los recuerda,
pero el alma duda:
¿si ya te habías ido,
eran de verdad?
¿te habías ido ya de verdad?
Y yo: ¿te hablo a ti o a tu recuerdo?

III. El verano que se escapa
El verano del 25 solo ocurre una vez.
Y en vez de la piscina,
o de festival,
o de canciones,
yo lo paso a cincuenta metros de ella,
haciendo rodeos para no cruzarnos.
Cada día que no pasamos juntos
no va a volver.
Aunque volviéramos,
ya seríamos otros.
No desbloquear.
No mirar.
No pasar cerca.
No escribir.
¿Era esto lo que querías?

IV. También yo necesito descansar
No era solo su ansiedad.
También yo vivía agotado.
Mirando cada palabra,
cada silencio,
cada forma de protección.
A veces, estar bien es poder estar
sin miedo a romperlo todo.

V. Segundo primer brote 
Por primera vez, pensé: no vamos a salir de esta.
Pero no por ella.
Por mí. 
Porque no sé si puedo volver
a confiar, que no te estarás siempre de salida,
que mi dolor también contará,
que será verdad volver a construir. 
Que tu dolor se cura cavando el mío 
en vez de sanar a la vez.
Vamos a ver.

martes, 8 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 4/30

 I. Cansancio
Cuatro noches sin dormir bien. La mente a medio gas, el cuerpo como si no fuera el mío.

La duermevela, no se si pienso o sueño, no se si siento o echo de menos. Y aún así, cuando me despierto, pienso en ti. 

II. La hoja que no está
Hoy vi una hoja que escribí contigo ese último día. Solo una. La otra ya no estaba. Y fue como perder una parte pequeña, pero real, de nuestra historia.Una tontería, sí, pero me dio vértigo. Como si te fueras del todo, un trozo cada vez.

III. 90% trato cumplido

He pasado a verte. Un gesto mínimo. Un roce, una sonrisa. Quería decirte que estoy aquí, sin hablar, para no romper el trato. No me lo creo ni yo las trampas que me hago.

Tenías que tener la carita, tenías que estar escuchando la última canción. Yolo hasta el final, ¿verdad?

No dije que te quiero. No dije que te espero. No te propuse nada. Solo aparecí. Solo te miré. Solo me fui.

¿Eso cuenta como 90% cumplir? ¿O es cero? ¿10% de lo que necesito? No es cero.

La verdad: no fue por ti. Fue por mí. Por no quedarme con la despedida de piedra. Quería que supieras
que también te espero, aunque no lo diga. Y que entendí tu parte, aunque no lo pareciera. 

Fue mi manera de decirte que sigo aquí sin interrumpirte más que el trabajo. Quizá eso es lo máximo que te puedo dar ya, una presencia breve, una canción, ¿sirve? ¿basta?

Nosotros siempre fuimos así. Saltándonos normas, haciendo “yolos” que nos acercaban. Tú y yo nos conocimos ya sabiendo el riesgo. Y aun así, saltamos. Hasta ahora siempre ha sido un acierto, porque si nos hubieramos movido con más cuidado quizás no nos hubiéramos vivido. 

Pero ahora tengo miedo. 
De coger el riesgo incorrecto, 
no coger el suficiente,
de que de igual cuál haga.
Así que razón y corazón. Te escucho y te entiendo
y un pequeño rastro de migas de pan y cariño.
Para que el espacio no sea ausencia, 
ni el descanso, frío.







lunes, 7 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 3/30

 I. En el suelo

Segundo día durmiendo en el suelo,
con la tos, el vómito, la fiebre.
Y yo, tan cansado que casi me quiebro,
pensando en cómo me gustaría
contártelo mañana.
Pero no.
Vuelvo a estar solo.
Volvemos a estar solos.

 II. El miedo no es solo a perderte

Me da miedo que vuelvas y digas que no.
Pero me da más miedo
que vuelvas y digas que no sabes.
No podría quedarme otra vez
esperando claridad
de un corazón que no se decide,
o que creo que quiere irse 
de mí
y no se atreve.

III. Debes saber

Tengo la tentación de hablarte.
De decirte que si ya lo sabes, vuelvas antes.
Y si no lo sabes, no vuelvas aún, 
no hace falta, descansa.

Pero qué sentido tendría decírtelo
si ya lo deberías saber.

Si vuelves, que sea porque lo sientes.
Y si no, es una respuesta también.
 
IV. Si un mes nos rompe

Si un mes nos rompe,
entonces no era.
Hay vínculos que se duermen por meses,
otros que se reencuentran tras años.
¿No podríamos también
dejar esto en reposo un tiempo,
y aun así que algo vuelva a brotar?  

V. Aniversario

Se acerca el aniversario.
Y no sé si celebrarlo en silencio,
resetear la fecha,
o dejar que pase como una hoja suelta
que el viento se lleva.

Te ofrecí pasarlo contigo.
Tú pediste espacio.
Y aunque me duela no escribirte,
me duele más pensar
que un mensaje
rompa el último hilo

VI. Que este mes me salga a devolver

No sé si este mes traerá tu vuelta
o mi liberación.
Pero si descanso,
si me cuido,
si respeto el silencio
que pediste...
quizá, pase lo que pase,
este mes
me salga a devolver.

VII. El premio

Cuando hago las cosas bien, cuando no escribo, cuando espero con templanza, una parte de mí aún se sienta a mirar la puerta. Como si portarme bien fuera una invocación. Como si el silencio correcto fuera una cuerda que te trajera de vuelta.

Y no vienes. Entonces me golpea: ya no hay vínculo. No puedes ver el esfuerzo, las ganas de seguir
construyendo y trabajando. No hay premio por portarse bien. Solo el eco. Y tengo ganas de romper el silencio solo para decírtelo: que puedo, que vales la pena, que quiero, ¿tú quieres?

Luego pienso, que eso es lo que hice, que ya lo he hecho, la segunda vez, sí, merecía la oportunidad y lo hice. Deberías saberlo aún. Y aún así no estás, no apareces.

Sigo el camino, hay que hacerlo bien, 
por ti, vuelvas o no,
por mí, aunque no estés.

domingo, 6 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 2/30

 I. La canción perfecta

No era “Te voy a esperar”. Eso ya lo sabes.
Tampoco “Hazte mía”, aunque podría haber sido,
como tantas otras que ahora
me suenan a nosotros.

La canción perfecta era esa que habría puesto igual,
aunque no estuvieras,
aunque no fuera viernes,
aunque ya no supiera
si me sigues escuchando.

II. Enfado

Anoche me enfadé contigo. Por dejarme solo con los problemas, con el cansancio, con la angustia de no estar haciéndolo bien.

Y luego me enfadé conmigo, por no estar contigo, por dejarte sola. Por seguir queriéndote aunque estés mejor sin mí.

IV. El mérito

Todo lo que haces, por mucho que duela, creo que lo haces por cuidarte y cuidarnos. Y por eso, todavía,
te sostengo en alto. 

Creo en ti, confío en ti, aunque quizás el mérito sea irte.
 
V. Lo que no puedo decirte

Te quería decir
que te quiero.
Que lo siento.
Que quizás debería haber sido más blando,
más cariñoso,
menos herido.
Pero no quiero romper tu descanso.
Así que lo dejo en una canción.
Y que ella, como un baile, hable por mí.
Lo siento (otra vez)
 
VI. La primera bajada

Hoy casi lloro.
Y eso, curiosamente,
es una victoria.
En otras despedidas,
me rompía desde el primer minuto.
Hoy, la tristeza es más lenta.
No sé si es esperanza,
o costumbre.
No sé si eso me alivia
o me asusta.
 
VII. Fin del día 2

Día 2.
Sigo aquí.
Con las ganas de decirte
que lo estoy peleando.
Y el compromiso firme
de dejarte descansar.
Es el único camino y
te dije que no me iba a rendir.

sábado, 5 de julio de 2025

Diario del Silencio - Día 1/30

 I. Esto no era lo que quería

Esto no era lo que quería hacer.  No quería despedirme con la boca cerrada, sintiendo frío, mirada al suelo. Ni callarme la losa, el miedo, la petición de auxilio. No quería aprender a estar sin ti, mientras aún seguías presente o esperarte mientras te alejas.

Pero no has dejado otra que esta incertidumbre.Este “sálvese quien pueda”.
 
II. Tú no lo sabes

Querer no me dolía. Lo que pesaba era sostener el amor en mitad de la niebla. Escuchar que no sabes, que no puedes, que quizás sí, pero ahora no… Y yo, callando el cansancio para subir otro día más al coche, dividirme entre mis mitades y tu angustia, y darlo todo sin presión, sin que se notara.

Tú no lo sabes...
 
III. Renglones

Llamas a esto “espacio”, también es ausencia, y el nombre no hace que no duela. Y aunque esperas comprensión, yo también necesito que me arreglen o alguien sujete mis trozos antes de que caigan.

Yo también me rompo, aunque no grite.
 
IV. Quédate con las cenizas

Nos quemamos. Pero no hicimos ceniza juntos. Ardimos en fuegos distintos, a ritmos diferentes, bajo reglas que no eran las mismas. Hoy recojo lo que quedó y espero por si quieres soplar o plantar.

Las brasas ya no arden. Solo humo. Solo un olor que a veces se parece al amor.
 
V. Las vías emocionales

Hoy soy un desfile de voces
Rabia. Esperanza. Orgullo.
Culpa. Miedo. Resignación.
Las dejo pasar, una por una, 
como si fueran trenes
y no supiera aún
en cuál montarme.
Pero las veo pasar desde el andén,
y de todas siento el viento en la cara.
 
VI. 14 de julio

He pensado en dejarte una flor. Una nota en tu cajón. 14 de julio. Una señal de que te esperaría, 
una promesa. Pero no quiero romper tu descanso. Ni romperme yo.

No puedo mirar nuestras fotos sin quedarme atrapado en un tiempo que quizá ya no existe. Y esta vez,
puede que necesite salir del marco.

VII. Atontado

No sé si esto es resignación
o libertad.
No sé si ya no te reconozco
o si por fin estoy viendo claro.

Quizás no es amor lo que se ha ido.
Quizás soy yo
quien está empezando a volver.