miércoles, 30 de noviembre de 2011

Va todo bien.

Claro que no vivo pensando en ti. Veo una chica de pelo rizado por la universidad y algo se pone cabeza abajo justo al lado de los pulmones, pero eso es sólo porque hoy en día todo el mundo lleva el pelo liso, ¿y así cómo no me voy a acordar? Estoy feliz, y me encuentro tarareando "en el mar más profundo". Y aunque sé que la culpa es de Rosana, por ser comercial como ella sola y basarse en melodías pegadizas, no entiendo por qué en mi cabeza suena esa canción de una forma mucho más... dulce.

En un pasaje de un libro de ciencia ficción, uno de los personajes era un científico que había hecho un descubrimiento tan peligroso que su castigo había sido que le colocaran un chip en el cerebro que le impedía siquiera pensar sobre ello. Cuando intentaba hacerlo o contarle su descubrimiento a alguien, el aparato le provocaba tales temblores y malestar que rápidamente tenía que desistir o acababa cayendo. Y esto no lo digo por nada en especial, porque no hay nada en lo que me obligue a no pensar. No hay congoja, no veo el hilo de agua que se escapa del embalse, no hay grietas en las rocas. No me aprieta el corazón.

5 comentarios:

  1. "Si convenzo a los demás, será más fácil convencerme"

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  2. Nunca ha sido "convencer a los demás", es lo que menos me ha importado. Yo, yo, yo y yo. El resto que piense lo que quiera.

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  3. Nunca he dicho que te importe lo que piensen los demás, puede ser un mero paso para llegar a tu propósito.

    P.D.: desde que he leído esta entrada, no me quito la canción "El rastro" de Marea de la cabeza :P

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  4. Una asociación un poco curiosa xD

    Y sí, lo que importa es el objetivo.

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Di "amigo" y entra