"Jonathan y Sara se conocen por casualidad en un centro comercial de Nueva York en Navidad. Aunque en ese momento ambos tienen pareja, sienten un flechazo particular y comparten muchos momentos románticos. Al finalizar la noche, los dos sienten deseos de seguir en contacto, pero Sara no se siente segura, y propone dejarlo en manos del destino. Jonathan escribe su número de teléfono en un billete con el que paga en un kiosco, y Sara escribe el suyo en el libro "El amor en los tiempos del cólera" que luego vende en una tienda de segunda mano desconocida por Jonathan. Sara cree en el destino, piensa que si realmente lo mejor es estar juntos entonces de una manera o de otra se encontraran.
Pasan 3 años y ambos están a punto de casarse, pero siguen recordando esa noche. Conforme se acercan sus respectivas fechas, comienzan a suceder coincidencias que los hacen pensar que podrían llegar a reencontrarse nuevamente. Ambos empiezan una búsqueda mutua..."
Serendipity. Descubrimiento afortunado que se realiza de forma accidental.
(Solo con que hubiesen pasado unos pocos instantes de más algunas de las mejores historias nunca se habrían escrito.)
Me encanta esa peli!! Y esa historia, es tan bonita! De hecho he escrito sobre ese tema en mi espacio del messenger en alguna ocasión.
ResponderEliminarLo único que me entristece es que es la película favorita de la que fue mi mejor amiga.
Yo tengo un chico por ahí que si lo vuelvo a ver será Serendipity...
"Solo con que hubiesen pasado unos pocos instantes de más algunas de las mejores historias nunca se habrían escrito."
ResponderEliminarY cuantas se habran perdido por no tomar las decisiones acertadas?
Si te pones a pensar en eso puedes acabar volviendote loco...
hay que estar atento a los trenes que pasan... sisisi.
ResponderEliminarme gusta mucho esa pelicula, pero la verdad es que si yo hubiese sido ellos , me hubiese dejado de destino y de chorras y le habria pedido el telefono directamente, mas que nada porque soy de los que cree que el destino, a veces, nos lo tenemos que forjar nosotros mismos...
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