jueves, 6 de noviembre de 2008

Sé agua, amigo.

No hay quien se mantenga en pie frente a él en el duelo a espadas. Con las alabardas y sus primas pequeñas nadie gana a su brazo, y al estoque tampoco tiene rival.

Quien venga con ganas de pelea se las va a ver putas. Cómo los samurais de antaño, sólo se derrota si sabe que no hay más remedio, y el honor siempre va por delante.

Mas intenta derrotar al río y descubre no hay quien pueda cortar una corriente. Ya puede mezclarse el sudor y la sangre con las aguas que corren, que al mundo entero va a darle igual. Y, desconcertado, al desdichado guerrero solo le queda abandonar la lucha o dejarse envolver por el agua, en un empate táctico de fuerzas que pelean a distintos niveles.

¿Y quién ha ganado, entonces?

4 comentarios:

  1. si entro como anonymous no cuenta que sea yo. que tengo la ip (o lo ke sea)dinámica y hago lo que quiero. y si quiero corillearte, pues entro y te cotilleo. y nada de maruja,oiga!

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  2. Mmmmmm. Yo creo que el agua gana desde el principio, precisamente porque no tiene intención de ganar. En realidad, no tiene intencionalidad ninguna. Es la que es y el que quiera que lo comprenda. Creo que el guerrero se ha equivocado de enemigo.

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Di "amigo" y entra