sábado, 14 de mayo de 2011

Conexiones internas.

Una personilla belga me dijo no hace mucho: " too much thoughts, to survive... and those little moments of spontaneity that you can't contain " Me he dado cuenta de que lo curioso de las personas que están aprendiendo nuestro idioma es que como inicialmente el rango de expresiones es tan escaso (sobre todo recién conocidos, cuando vas con pies de plomo para que no haya malentendidos), uno al principio tiende a olvidar que debajo de esa "apariencia Erasmus" hay una persona que es tanto o más compleja que tú. Y la suerte de poder hablar con el o ella en su idioma (o en un idioma puente, bendito inglés) te puede cambiar completamente su forma de verle.

Respecto al pensamiento en sí, decir que no puedo estar más de acuerdo. Te pasas la vida pensando para que todo vaya bien, pero los momentos que valoras de verdad son los que te dejas ir. Como arrancar en un momento a decirle a una persona todo lo que piensas y sientes, aunque tu alma lógica te esté diciendo "tio, que la estás liando, que no le puedes decir eso, que la vas a espantar". Y efectivamente, puede que el resultado sea completamente desastroso, pero merce la pena la alegría y la paz de poder conectar por un instante lo que sientes con lo que dices, sin ninguna consideración más. Y ver como que las palabras van encajando una detrás de otra.... Como si estuvieses rellenando algo que ya existiese, que tenía que existir. Que aguardaba simplemente a que lo pronunciases. En ese momento te has sincronizado. Es muy agradable.

Luego se va ese momento, y quizás te has vendido más de lo que tocaba, pero tú has hecho lo que debías, y lo que querías.

Como tener una "aventura" con una chica y, tras una pelea que tendría que haberlo acabado todo, decirle que la quieres.  Qué estupidez...¿no?

2 comentarios:

  1. Ayer estaba hablando con una amiga española. Me contó que intentó tener una conversación seria con un alemán, y que a la media hora le dijo que lo sentía pero que no podía explicarse en inglés. Él le dijo que lo dijese en español, le soltó toda la retahíla, él se la soltó en alemán, y se quedaron tan felices porque ya se habían dicho lo que se tenían que decir.

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  2. A mí me gusta oirla hablar en francés aunque no entienda nada... Es como escuchar el contenido por un lado y la forma por otro.

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Di "amigo" y entra