Unos pocos afortunados aciertan con sus elecciones. El resto simplemente nos conformamos con poder escoger nuestra derrota.
Al menos, después de tantos derribos, me he levantado comprendiendo qué es lo que quiero. Con este recién adquirido (o renovado) conocimiento llega también la certeza de que tendrá que pasar mucho tiempo para que lo que busco venga a mí. No me importa. Ya he decidido que la próxima vez será tan definitiva como esté en mi mano, así que ahora lo que resta es aprovechar el tiempo.
Lamento lo ocurrido, pero hay demasiada gente rota deambulando por ahí, que por miedo, inseguridad o pereza no se atreven a darle el giro necesario a su vida. No seré de esos. Estaré exactamente donde y con quien quiera. Sin dudas.
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Di "amigo" y entra