Sigo sin poder.
He abierto la caja de nuevo, varios meses después, y al poco rato ya estaba notando cómo crecía la rabia. Y algo más. Adrenalina, manos frías. La misma sensación que cuando ella hablaba.
Soy alguien racional, de verdad. Ha pasado tiempo, no hay peligro, ya está todo asumido. Y sin embargo... Otra vez.
¿Qué hago? ¿Me confieso? ¿Acudo a un psicólogo? ¿Es mejor obligarse a mirarlo, a ver si la costumbre hace que deje de doler, o destruirlo todo para que no ocurra de nuevo?
No está superado, no. Está escondido.
No hay que forzar un sentimiento que quizás todavía no surge. Podrán haber pasado meses, pero cada uno tiene sus tiempos. Para mí lo mejor es seguir viviendo y dejar la caja en suspenso. No tomar decisiones apresuradas que quizás no llevan a nada y esperar.
ResponderEliminarYo lo tiré todo en un arranque de irracionalidad.
ResponderEliminarQué le vamos a hacer soy de letras, ajjaa.
Como te dicen por ahí arriba cada uno tiene sus tiempos, para qué correr.
¿Y aceptarlo?
ResponderEliminar*Total, las máscaras acabarán desapareciendo...
(muak)
¡Dios! Todo esto es muy curioso, ¿sabes? Ayer tuve una sensación similar. El pasado, de pronto, y al final igual que al principio. Salí corriendo.
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