jueves, 18 de diciembre de 2008

Últimos días de invierno.


Son los últimos días del invierno,
desapacibles.
La luz ilumina dolorosamente,
sin fuerza
las ventanas, el corazón,
las alfombras.
Y apenas ha caído lluvia en tus ojos
y en tu pelo
durante las últimas noches.
Y con tan poca cantidad de agua
recogida en el último otoño
y con tanta ausencia de luna
en los labios
quizás no sea fácil –¿Tú que crees?–
que lleguen a tiempo las próximas caricias.



Javier Pérez Walias.

2 comentarios:

  1. ¡Me enamoró!
    Es precioso...

    Es un poema perfecto para esperar la llegada del invierno por estos lares (que por cierto, falta mucho).

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  2. Si.. es dolorosa la luz del invierno.. luz gris, esa luz que te nubla desde los ojos hasta el corazòn...
    caricias, caricias como las que hace el viento y mueve las ramas hasta el punto de dejarlas desnudas... un beso, Vero.

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