miércoles, 31 de diciembre de 2008

Si no fuera porque nunca me he rendido, ya lo hubiera hecho tantas veces...


Porque sí, porque a ratos estás muy, muy quemado. Porque dan ganas de explotar y salpicarlo todo o cerrar los ojos y no volver a saber nunca más. Porque quieres que te de igual eso que te está(s) cortando una y otra y otra vez. Porque a veces quieres abandonar, dejar de ir contra lo inevitable y decir que ya está bien, que no es tu batalla, que no vas a pelear por quien no lo hace. Porque estás harto, pero no puedes pronunciar esas palabras. Nunca te han derrotado hasta ese punto, y hoy no va a ser ese día, no es tu camino. Y sabes que al final lucharás aunque no quieras porque va en ti, son tus reflejos, no podrías hacer nada aunque quisieras.

2 comentarios:

Di "amigo" y entra