A punto. A punto he estado de escribir una entrada de amor. El examen de Economía, Contabilidad y Finanzas ha debido dejarme peor de lo que pensaba. Ya tenía varios comienzos para el texto, cada cual más empalagoso que el anterior. Había pensado en uno directo, desgranando y cuarteando las emociones, pero iba camino de salir en plan "fotolog", con muchas "y" por enmedio o puntos suspensivos. Todo lo que hemos pasado, you know. Melancólico, apostólico y romano. Otra opción hubiera sido dejar fluir un poquito más el frío por mis dedos al escribir, o notar que la única luz de la casa es la pantalla del ordenador, y en ese caso me habría salido un texto solitario, triste, lleno de ausencias. Iba a hablar de mi cama de 110 cm, del sofá que se hunde hacia dentro. De lo bien que se aprovechan... aprovecha-ban. ¿Aprovecharían?.
En vez de todo eso, sarcasmo, ironía y cierto toque alegre que ni yo sé hasta qué punto es cierto. Coño, ¡pues si es cómo ha ido todo! Lo triste es que pasa la semana, y lo que me dijo una desconocida en el tren o lo que escribí por aquí hace poco más de un mes, se cumple. Una raya más de boli, o un interrogante marcado con demasiada energía. La hoja se rompe y se arruga, y por mucho que lo estires...
¿Os acordáis de lo que dije? ¿Que siempre a principio de curso pensaba qué aprendería al final? Pues menuda broma lo que han venido a enseñarme.
Definitivamente, tengo que aprender a escribir mejor. Vaya chusta de metáfora había escrito (pero la he borrado hábilmente, bwa ha ha). ¿Pero véis? Ni rastro de la entrada anterior. Victoria.
Hmmm... Suficientes respuestas.
Yo leí la entrada anterior =P
ResponderEliminarLas 22:51 no es tu mejor hora. Aaaay!
(unbesosuave)