Un pato y otro pato.

No soy yo mucho de dedicarle entradas a personas, lo sabéis. Pero escribir sobre ella es como escribir sobre una parte de mí. Ha sido la única constante diaria a lo largo de cuatro años, y para un errante como yo, eso significa mucho. Ella significa mucho.

Cumple 2 patitos. La conocí cuando era una criaja de un colegio que yo pensaba que debía ser bombardeado a la primera oportunidad. Salió inocente y un poco empanada. Creo que el pasar tanto tiempo juntos la ha hecho un poco menos inocente. Empanada sigue igual :P Pero, por mucho que me meta con ella, eso se lo digo como halago.

A veces no se da cuenta de las cosas, pero porque tiende a creer que lo que hay es lo que ve. Ella es la persona con menos doblez que conozco, y se mueve como si los demás funcionáramos así. Por eso es tan fácil tomarle el pelo. Y por eso también es tan positivo tenerla al lado. No se enfada casi nunca, y se le pasa cuando se ríe. No necesita las cosas materiales para ser feliz (aunque no le dirá que no nunca a una buena cena o a pantalones hippies :P). No cree en el orgullo como motivo ni en hacer daño para causar bien, y si te ve mal se acerca hasta que se te pasa. En caso de problemas no tienes ni que silbar, ella ya estará en marcha para ir a tu lado. En su cumpleaños, puedo decir con total seguridad que ella es el regalo.


Así que felicidades, señorita Luna. Y gracias.