Nueva decoración.

Para los que padezcan de despiste crónico, he cambiado los colores al blog.

Y diréis, vaya tonteria! Pues no lo es, no. Porque ahora me inspira más a escribir.

Es tan bonito - pienso - que tengo que añadir algo que armonice con el conjunto. Que dote de contenido la apariencia, pues tal y como Kant nos enseñaba, sin masa y molde no se hacía la magdalena. Y yo con moldes nunca me he conformado.

Y susurro, y vuelvo a pensar. ¿Podría escribir los versos mas bonitos esta noche? Lo dudo, yo no soy de esos, incapaz de improvisar dos estrofas mientras me derrumbo sobre el capó de un coche (aunque me gustaría, si solo fuera por ganarme yo también esa sonrisa). Yo soy más de la única palabra, que vaga a su bola (entorno, con puntos de singularidad), libre y sin tratar de armonizar, intentando reunir por su cuenta el suficiente valor como para merecer estar escrita.

Una sola palabra, no un cargador. Yo no soy de los buitres. Francotirador ("listo, señor!"), un solo disparo y tratar de hacer diana. Si no, no vale la pena.

Pero cuidado con ellas. Se mueven demasiado rápido y puede que no de tiempo a verlas, a pesar de que hagan ruido al correr.



[ ejercicio de escritura libre. no me preguntéis el sentido. mañana por la mañana es posible que ni yo mismo lo entienda. suponiendo que esto sobreviva hasta que alguien pueda leerlo. ]