Estrella congelada.

Y todo regresa de nuevo. O quizas “regresar” no sea el termino adecuado, porque implica que alguna vez no estuvo. El alargar las despedidas, esperar cualquier tipo de señal y verla en cada cancion. Ganas de llorar permanentes. Y remolinos en el corazon. Bienvenido a casa.

Pero esta vez es peor. Esta vez, aunque solo por un instante, lo probaste, alcanzaste la estrella. Y, por un instante, te creiste nova. Pero como todas las estrellas fugaces, el sueño no ha de durar. No te has empezado a dar cuenta de lo que ha ocurrido cuando de pronto, se acaba. Y crees que ha sido un sueño, que no ha podido ser real. Y no puedes encontrar la prueba que te convenza de lo contrario. Es tan traicionera la mente, ¿verdad?




Texto de enero de 2008, latigazo de diciembre del 2004. Suerte que las novas encogen rápido, paralizando el tiempo y convirtiéndose en una estrella congelada, donde nunca más vuelve a pasar nada.