martes, 29 de julio de 2008

Hay tantas zorras como cabrones.

"Uno de los efectos secundarios del sargeo* es que puede empeorar la opinión que uno tiene del sexo opuesto. Ves demasiada traición, demasiada mentira, demasiada infidelidad. En el campo del sargeo descubres que, por lo general, resulta más fácil acostarse con una mujer que lleva más de tres años casada que con una mujer soltera. Descubres que, si una mujer tiene novio, hay más posibilidades de que folle contigo esa misma noche que de que te devuelva la llamada de teléfono al día siguiente. Con el tiempo descubres que las mujeres están tan locas como los hombres; sencillamente lo disimulan mejor"


*sargear = ligar.


Seh, yo también tengo días malos. Para resolverlos me voy a mi rinconcito mental, guardo lo que pueda hacerme falta y el resto dejo que se quede tirado por ahí. No es bueno conservar ese tipo de cosas, pero es necesario.


"Yo me daba cuenta de que con el tiempo, las experiencias y el crecimiento, aprendí a escupir más rápido los anzuelos que me tragaba... Pero, ¿y las heridas?"


Lo siento, ya no (me) fío.


Una canción más y se acabó por hoy.

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