lunes, 31 de enero de 2011

The Catcher

-¡Jane Gallagher! -dije. No podía creerlo.- Cielo santo.

Stradlater se estaba poniendo Vitalis en el pelo. Mi Vitalis.

  - Baila - le dije -. Ballet y todo eso. Practicaba como dos horas al día aunque hiciera muchísimo calor y todo. Tenía mucho miedo de que eso le estropease las piernas, que le engordaran y todo eso. Jugaba con ella a las damas todo el tiempo.
  -¿A qué jugabas con ella todo el tiempo?
  -A las damas.
  -¿A las damas? ¡Por el amor de Dios!
  -Sí. Ella nunca las movía. Cuando conseguía una dama no las movía. La dejaba en la fila de atrás. Las dejaba todas alineadas en la fila de atrás. Nunca las movía. Le gustaba verlas todas así en la fila de atrás.

  Stradlater no dijo nada. Ese tipo de cosas no le interesaban a casi nadie.

(...)

Algunas cosas son difíciles de recordar. Estoy pensando en cuando Stradlater volvió de su cita con Jane. Quiero decir que no recuerdo exactamente qué estaba haciendo cuando oí sus puñeteros pasos estúpidos acercándose por el pasillo (....)

-Estate quieto - le dije- ¿Adonde has ido con ella si no habéis ido a Nueva York?
-A ninguna parte. Solo hemos estado en el puñetero coche.

Volvió a darme otro estúpido puñetazo en el hombro.
-Estate quieto - le dije-. ¿en el coche de quién?
-De Ed Banky.

Ed Banky era el entrenador de baloncesto. Protegía mucho a Stradlater porque era el centro del equipo. Por eso le prestaba su coche cuando quería. Estaba prohibido que los alumnos usaran los coches de los profesores, pero esos cabrones deportistas siempre se protegían unos a otros. En todos los colegios donde he estado pasaba lo mismo.

Stradlater siguió atizándome en el hombro. Llevaba el cepillo de dientes en la mano y se lo metió en la boca.

-¿Qué hiciste? ¿Tirártela en el coche de Ed Banky? -¡cómo me temblaba la voz!
-¡Vaya manera de hablar! ¿Quieres que te lave la boca con jabón?
-Eso es lo que hiciste, ¿no?
-Secreto profesional, amigo.

No me acuerdo muy bien de qué pasó después. Lo único que recuerdo es que salté de la cama como si tuviera que ir al baño o algo así y que quise pegar con todas mis fuerzas en el cepillo de dientes para clavárselo en la garganta. Sólo que fallé. No sabía ni lo que hacía. Le alcancé en la sien. Probablemente le hice daño, pero no tanto como quería. Podría haberle hecho mucho más, pero le pegué con la derecha y con esa mano no puedo cerrar muy bien el puño por lo de aquella fractura de que les hablé.

Pero, como iba diciendo, cuando me quise dar cuenta estaba tumbado en el suelo y tenía encima a Stradlater con la cara roja de furia. Se me había puesto de rodillas sobre el pecho y pesaba como una tonelada. Me sujetaba las muñecas para que no pudiera pegarle. Le habría matado.

-¿Qué te ha dado? -repetía una y otra vez con la cara cada vez más colorada.
-¡Quítame esas cochinas rodillas de encima! -le dije casi gritando-. ¡Quítate de encima, cabrón!

Pero no quiso hacerlo. Siguió sujetándome las muñecas y yo seguí llamándole hijo de puta y todo como diez horas. Ni siquiera me acuerdo de todo lo que le dije. Le dije que se creía que podía tirarse a aquien le diera la gana. Le dije que no le importaba siquiera que una chica dejara todas las damas en la última fila ni nada, y que no le importaba porque era un cretino asqueroso.

8 comentarios:

  1. ¿Has estado viendo One Tree Hill o Dawson Crece últimamente?

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  2. ¿El guardián entre el centeno? Creo que sí, ¿no?

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  3. Minipunto para Naranja, mirada de "shame on you" para BesosySesos. Mira que confundir "El guardián entre el centeno" con esas series... ¬¬

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  4. Jajaja, admito que me lo leí hace tiempo y que no lo he reconocido (tengo una extraña habilidad para olvidar los libros que como mínimo me permite sorprenderme cuando los releo, pero que odio).
    Y lo mires por donde lo mires, con deportistas que se tiran a la tia que te gusta (por mucho que deje las damas en la última fila y no las mueva) en el coche y entrenadores que les respaldan, puede pasar por cualquier serie americana.

    PD: Justo cuando lo estaba leyendo me acuerdo que salí un comentario en la radio diciendo algo así como que era uno de los libros más leidos entre los presos... Jo, no me acuerdo, si lo encuentro lo pongo.

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  5. Me leí el guardián entre el centeno por curiosidad, y no me gustó nada. Pero para gustos, colores, xD.

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  6. http://es.wikipedia.org/wiki/The_Catcher_in_the_Rye#Asesinos_relacionados_con_el_libro

    :P

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  7. ¿En época de exámenes no te entra un ansia compulsiva de leer/ver series/películas que supera lo normal...?

    F. ;)

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  8. Otra puñetera senda espacio temporal paralela entre nosotros, aunque no sea ni espacial ni temporal ¿qué voy a hacer contigo?

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Di "amigo" y entra