Agua para la sed

Hay un concierto. Uno de estos grupos que tocan repertorio de varios artistas. M-Clan, dulce Carolina, la canción de 4-40 de Carlos Baute, algo de la Oreja de Van Gogh. Entre canción y canción se pueden oir las olas. Se me está acabando el granizado. Las rocas tienen un buen tacto bajo los pies. Estrellas, algunas, en lo alto y luces en la playa. Fiesta, para algunos ya es verano.

Se acaba, y por un momento el granizado de limón es agua con colorante, el mar es tan solo agua en movimiento y las canciones empiezan a ser horteras. El momento ha pasado, supongo. Antes de irme, quiero llegar hasta el final del embarcadero, pero hay un cartel a la entrada que pone "cerrado por temporal". Tonterías, con el buen tiempo que hace. Conforme avanzo hacia el final me doy cuenta de que no es tan tonto, el mar se ve negro y por un momento siento esa punzadita de miedo, la que nos mantenía cerca del fuego y lejos del fondo de la cueva. Pero hemos evolucionado, así que sigo caminando. Poco a poco, conforme las farolas dejan de deslumbrar, veo que el mar no está tan oscuro. Se distingue el horizonte, negro-azul-bruma sobre el agua. Es bonito, la verdad, y corre viento. Recompensa por superar el miedo, supongo.

Hay movimiento entre las rocas. Vaya por dios. No he sido el único al que se le ha ocurrido saltar la valla. Solo que este par no ha venido al ver las olas. Bueno, fijo que ha sido el chico. Buen lugar, seguro que la has impresionado. Yo hago como que no les veo, pero me quedo donde estoy, que el embarcadero es de todos (estaban lejos, que nadie se piense que soy un pervertido). Al cabo de un rato, se levantan y se vuelven. Creo que les he cortado el royo. Al pasar por mi lado, no puedo evitar lanzarle una mirada a la niña(porque era una niña) de "lol". Son esas cosas que sabes que son un topicazo, pero que no puedes evitar. Y lanzar una mirada de "lol" a una pareja que has encontrado follando sobre unas rocas a plena luz de las farolas es una de ellas.

En fin, se hace tarde, toca volver a casa. Por los caminos más transitados, necesito ver a gente. Llevo 20 días en los que casi solo he visto a mis compañeros de facultad, y sólamente en los examenes. Me merecía un poco de O2. Y un poquito de mar, por qué no. He sentido bastante mono de agua, la verdad, de noches y de arena. Es como cuando tu cuerpo necesita azucar y empiezan a venirte imagenes de cosas dulces a la mente. Igual. Mi cuerpo me está avisando de que necesito volver. Pero tendrá que aguantarse un poco más, porque junio es mes de exámenes y aquí seguimos.

Pero al menos he podido respirar.