"Pero el ojo no puede verse a sí mismo, ni siquiera el ojo del Alma del Mundo, así que el Alma del Mundo se dividió en dos, para poder percibirse, y así nacieron a la existencia el Padre y la Madre. Y con esa dulce percepción, por vez primera, se hizo posible el amor en el corazón del Alma del Mundo."
Necesitamos ser dos para percibirnos.
" Y que el Bastardo nos otorgue en nuestros momentos de mayor necesidad, los más pequeños dones: el clavo de la herradura, la espiga del eje, la clavija de la rueda, el guijarro en la cima de la montaña, el beso en los momentos de desesperación, la palabra exacta. En la oscuridad, la comprensión. "
En la oscuridad, la comprensión. El beso...
...en los momentos de desesperación.
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