Los Seductores

 Otra peli para la saca de "jo, me ha gustado". Se nota que no es americana, y aunque sea una historia que de entrada puede parecer un pelín trillada, la forma de desarrollarla hace que valga la pena.

**ALERTA DE SPOILER** A partir de aquí (en blanco :P) destripo un poco la película, así que si vais a ir al cine a verla (¡y deberíais! o bajárosla al menos) no seleccionéis el resto del post.

Los 20 primeros minutos, muy buenos. Luego la película cambia de tercio y ya se centra en la otra protagonista, pero el juego inicial es entretenido de ver... y un poco inquietante, por lo verídico que puede parecer. En la vida real nadie monta ese tinglado por una mujer, pero... ¿os imagináis? Yo creo que muy pocas mujeres resistirían esa prueba. Por la oportunidad de tener "la historia romántica de tu vida" creo que muchas personas serían capaz de sacrificar la confianza y la relación. Y eso, por encima de todo y de las historias para suspirar, es ciertamente triste.

En fin, sigamos. Del resto de la peli, creo que se pueden sacar 2 enseñanzas principales (sí, yo saco enseñanzas hasta de las comedias románticas :P), básicas y que pueden parecer un poco contradictorias:

1) Como dicen en Hitch: Cualquier hombre puede dar un flechazo a cualquier mujer... si es un buen arquero.

2) La seducción es solo el medio. Al final ocurre lo que tiene que ocurrir. Sin excusas.

Muy bueno el personaje de la chica, lo que hacen intuir (antes de las confesiones) bajo la pinta de niña buena, y que no hayan usado la típica "actriz cañón" para el papel. Me ha llamado la atención la forma de mostrar la relación con el padre y la mejor amiga, o del lazo del chico y la hermana. En una película aparentemente bastante ligera hay un entramado que me ha gustado mucho.

Las vistas del amanecer, espectaculares.

El guiño final. El padre con "te aburrirías tremendamente con él", "hay un coche con las llaves puestas" y, la mejor de todas, "no llegó a saber que el dinero me lo debía a mí". Vamos, que lo que pretendía era ponerle las pilas para asegurarse de que salvaba a su adorable hijita -que en realidad era estilo volcán y él lo sabe perfectamente, tal y como adivina el prota - de una eternidad de aburrimiento. Chapeau. Y, como no podía ser de otra forma, al final cada uno demuestra ser lo que necesitaba el otro, haciendo ¿innecesario? ¿imprescindible? todo el juego de seducción.