Y de pronto me encuentro con que sí que tengo un lugar al que volver. Sin quererlo casi, me doy cuenta de que hay personas, amigos, que me consideran uno de los suyos, que pertenezco a un sitio, que tengo ese apoyo que seguirá ahí cuando dude o pierda todo lo demás.
Yo, que a veces parece que me esfuerce por ser negativo y rechazar todo lo que se acerque demasiado, de pronto me encuentro con que ya está, ya he ganado. He conseguido lo que rechazaba por miedo a perder. Y me lo quiero quedar. Y sé que se va a quedar. Por primera vez en dos años siento que puedo sentir que las cosas van bien.
Y me gusta esta sensación.
Casa.
=)
ResponderEliminarGracias por definir mis cinco años en Granada...
Será que es eso lo que buscamos los que nos vamos del origen...