25 minutos para que salga el tren hacia la uni, y yo aquí escribiendo. Dentro de 10 me levantaré, cogeré todo, "un beso, que tengas buen día" y a paso acelerado hacia la estación de Renfe, que ni siquiera tengo billete (el día menos pensado me habré de quedar en la estación). 9 minutos. En el camino no hay tiempo ni de disfrutar de la música, ni de pararse a respirar, las veces que me he distraído me ha tocado correr en el andén (8 ahora). Y es una sensación bastante desagradable.
Y diréis, ¿y por qué no sales antes? Pues porque las prisas previas dan igual. Llegaré, me sentaré, y tendré 35 minutos de viaje por delante (7), en un tren de universitarios en el que no suelo conocer a nadie (mi quinta tiene horario de tarde y los de primero de mi carrera entran antes. Un poquito más de media hora, todos los días, para perderme en el rincón de mi cabeza que prefiera y escuchar las canciones con calma, leer lo que no puedo normalmente (6) o mirar por la ventana.
Se podría pensar que tener (5) que coger un tren todos los días de la semana a lo largo de dos años (mi universidad está a 50 km y todavía no tengo coche) podría hacer que uno deteste el tren, como hay quien ha llegado a detestar los autobuses. Nada más lejos. Una burbuja para mí, todos los días, en las que el destino correcto llegará sin que yo tenga que hacer nada más que disfrutar del trayecto (4). No puedo pedir más.
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Me voy!
(el año pasado lo cogía a las 7:30 y este era el premio)(2)
Manía de revisar todo antes de subirlo.
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Ya la he liado.
jajajaja. esos mini-viajes siempre se agradecen, luego te pasas todo el dia de un lado para otro haciendo cosas. en mi caso son 10 min en bus si llegan, y sin paisaje xaxi... pero aun asi no viene nada mal^^
ResponderEliminarMe suena que pusiste esa foto en algún post cuando la tomaste, no? O quizá he visto alguna parecida por ahí. Yo creo que me acabaría cansando, pero en principio tiene su punto.
ResponderEliminarVengo de la casa de una amiga que cumplió años hoy (o ayer, mejor dicho, porque ya son las dos de la madrugada) y mientras disfrutábamos una cena mediterránea con frutos de mar nos pusimos a contar todas las anécdotas posibles en medios de transporte, que incluyeron hombres que se apoyan y rozan por detrás, gente que se hace la dormida para no ceder el asiento, borrachos de sábado por la mañana, choques, muertos, cambios de un tren a otro cruzando por entremedio de las vías, viajes de 45 minutos paradas en tacones altos y muchos demases. Estoy segurísima que el viajar de allá (donde estás vos) no tiene casi nada que ver con el de acá. Algún día con inspiración debería dedicar algún post a eso (por cierto, hay algunos cuentos que reflejan algo en mi etiqueta "trenes").
ResponderEliminar:)
ResponderEliminaryo tb cojo el tren a veces para ir ami uni . pero lo hago dese FEVE :D y tardo 3 min xD
no e slo mismo ...pero el tren MOLA xD
un beso :)
Yo he tenido grandes momentos en el autobús. Hubo ratitos de asedio total, cierto es, pero también ratitos de gloria. Como aquel día que escuchaba el solo de piano del Butterflies and Hurricanes de Muse mirando la luna llena.
ResponderEliminarYo tengo la Facultad a 30km. Los dos primeros años fueron en bus, estos tres últimos en coche y hay veces que los atascos, las prisas y los agobios por minuto te hacen maldecir el trayecto, pero pensé el otro día que esa media hora era perfecta para dejar atrás la vida ociosa y sumergirte en las obligaciones. El camino de vuelta, los otros treinta y cinco minutos, los de transición para dejar por la carretera (o las vías) los problemas que los quehaceres te instala en la cabeza.
ResponderEliminarDisfruta de tus trayectos...
A mi me da coraje de los trenes (cuando viajaba en ellos) los personajes que tenía alrededor, creo que no me gusta la gente...
ResponderEliminarY más coraje si iba escribiendo algo y el de al lado intentaba leer el qué...
Aunque recuerdo una vez estando en Grecia, cuando fui en metro que un griego me clavó la vista, en plan juego supongo, y no me la quitaba de encima... y yo como tonta caía en su trampa y llegué a mirar unas 6 veces... Ese día me bajé con otro ánimo.
Que por cierto el griego estaba bueno EH!!!! por eso miré tanto... pero nada, yo fui la victima de ese día y listo!!!
ResponderEliminarEstá super divertido porque dura solo un momento, dice mucho, pero luego se olvida al instante... Un juego entretenido y dura el viaje... probalo!
ResponderEliminarPerdon, la anterior soy yo pero me equivoque y lo escribi desde la cuenta que tengo hecho un blog para un salon de fiestas de mi papa en Argentina, nada q ver...
ResponderEliminarNo he leido mucho, pero estoy de acuerdo con tu madre: eres un romántico.
ResponderEliminarM e encanta este texto.
Yo descubrí el tren por mi universidad. Años de trayectos de 50 minutos.
ResponderEliminarSe echan de menos.