Tenemos sentimientos hacia el otro, nos echamos de menos, quizá nos queremos, y eso nos pide buscarnos. Pero si nos permitimos estar cerca, solo hay dos opciones: O que nos mantengamos en un estado estable de inestabilidad, donde nos vamos haciendo daño y alejándonos-acercándonos; o que poco a poco la relación progrese hacia... ¿qué? ¿Amigos? No podemos, no nos hemos superado. ¿Volver? No funcionamos. Por tanto solo nos queda mantenernos lejos, sin contacto.
Así que resulta que esos sentimientos que nos piden más del otro, al final ya solo nos dejan la opción de poner espacio. Y ese espacio y tiempo con el tiempo llevará a que nos superemos. Con el tiempo ya podremos tener contacto, pero para entonces ya dará igual. No habrá sentimientos que hagan que valga la pena.
Conclusión: los sentimientos, y el no haber sabido darles un espacio estable, llevan a su propia desaparición. Y nosotros solo somos espectadores. Nos podemos lamentar, y poco más.
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Di "amigo" y entra