domingo, 5 de octubre de 2025

Diario de Ruptura - Día 80

 Decidiste que era un buen momento para reaparecer. No se si fue premeditado o impulsivo. No lo sabré.

- ¡Cuántos dientes tiene!

- Te has perdido 6 meses de su vida

Y aun así se te quedó mirando al irte. "Nena, nena", sonreía y te señalaba. Era imposible que te recordase, pero a la vez los adultos no le gustan y nunca quiere irse con nadie que no conozca. Quizá fue esto lo que más me descolocó, además de verte la cara, la sonrisa y la mirada.

Te hubiera escrito para contártelo, antes hubiera pensado que era justo. Ahora sacrifico lo justo por lo sano. Porque si del encuentro pasamos a contactar, si del contactar a hablar, en algún momento alguien tendrá la terrible idea de bailar o hacerse una cerveza, y de ahí volveremos a la fatalidad. Porque aún somos los mismos y aún repetiríamos la misma historia. Intuyo la posibilidad y es otro de los aprendizajes del año (se me va a quedar la lista larga): mi intuición no es una trampa de las emociones. Se donde iríamos a parar. Y me aplico la canción de Judit.

Sigo convencido. Ya sé que en lo bueno éramos soulmates. Ya se que eso no se ha ido a ningún lugar. Duele sentirlo pero no es nada nuevo. Porque lo que he aprendido es que no basta ni con quererse, que ya lo sabía, ni echarse de menos, ni querer estar juntos, ni hablar. Ni con sentir la ternura, entenderse. Todo esto, sentido otra vez en unos minutos, no cambia nada. Porque igual que sigues siendo la misma persona que me hace sentir eso, también eres la que se volvería a ir. 

Que et juro que no puc,
et juro que no vull
tornar a oblidar-te.

Así que seguimos el camino. Un tropezón involuntario, pero seguimos caminando. Te escribo por aquí para que no lo leas, y no escribirte de verdad. No jugármela a arrancar ese dominó que nos haga caer en el otro.

que saps que em moria per tu,
i per viure junts
les coses tontes i subtils,
i alguna bomba del destí, junts.

Quién sabe, si algún día, o en diez años.