Vamos a jugar a un juego nuevo, una mezcla entre el escondite y el pilla pilla.
Lo primero es que desaparezcas, delante de mí, y te vayas a esconder. Me dices "necesito diez segundos" (o días o semanas) y yo me pongo a ello. Cuento, espero, y salgo a buscar. Atenta: es mejor que me lo pongas lo más difícil que puedas, aunque también es importante que me dejes pistas para que no te olvide, miguitas, que te dejes ver y reaparezcas, donde no tengas que estar, pero disimulando, que los dos podamos creer que no estás ahí para que te vea. Y como en el escondite inglés, que si me giro a mirarte, te quedes quieta como una estatua, pero con la sonrisa puesta, "pillada".
Luego te vuelves a esconder y repetimos. Podemos alargarlo todo lo que queramos. Es verdad que al final se nos olvidará a qué estábamos jugando y uno o los dos ya se habrá ido a casa hace rato. Es un juego un poco absurdo, si lo piensas, pero parece que ya no nos queda más.
¿Juegas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Di "amigo" y entra