domingo, 25 de septiembre de 2011

La soledad del malvado.

Así que veo las fotos y me lo encuentro ahí, sólo. Serio. Haciéndose las fotos en esos sitios fantásticos porque es lo que toca, no parece disfrutar. Seguro que no se esperaba encontrarse en esta situación, sin nadie con quien compartir el viaje. Pensaría que esta vez iba a ganar él, y mira. Y ni siquiera tiene la opción de quejarse porque, esta vez, es él el malvado.

Pero no creo que moralmente esté por debajo de la otra persona. De la misma forma que un héroe muchas veces es involuntario, que toma la buena acción porque es la más conveniente para él y de paso resulta que es el camino recto, creo que esto es una cuestión de oportunidad. Hay mucha gente egoista y sin la capacidad de empatía que nos frena de hacer daño a nuestros semejantes. Caminan todos envueltos en su piel de gente decente, simplemente porque todavía en la balanza no se ha puesto nada que les interese lo bastante como para destaparse. Pero a él sí le ha ocurrido. Si le hubiera salido bien la jugada, habría sido simplemente un caso más de "crueldad necesaria". Solo que con el viento en contra se convierte simplemente en "cruel". Y creo que los demás, aunque estaríamos dispuestos a aceptar el hacer daño como medio para escalar posiciones, despreciamos el daño gratuito y más aún el que se vuelve en contra de uno. "No has sido inteligente, no era necesario lastimar, eres malvado."

Y ahí está, el villano. Pero si alguien cree que la otra persona es la buena, se encuentra muy, muy equivocado. No juzguemos tan rápido.

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