Historias y canciones, inseparables unas de otras. La anciana mujer recordando la huída, aquella vez que la llevó a ver el mar. La extraña pareja de los del sexto piso; el parado y todo lo que podría ser si le dejaran. El vértigo de recordar tu tierra y tus amigos y los recuerdos de esa mujer que esperar volver a encontrar(y yo, como un idiota, conteniendo el aliento por si esta vez cambiaba el final de la canción).
Pedíamos que se callase el ruído, le dábamos un regalo de un primer cumpleaños a un bebé mientras aprendíamos ya de él, y soñábamos con romper el espejismo, ese que no te deja saber si estás vivo, por mucho que creas que estás cuerdo.
Y al final, como no podía ser de otra forma, Sucede que a veces, Caperucita, Dulce y tierna historia de amor y Papá cuéntame otra vez. Yo dije ya en una ocasión que no soy partidario de mezclar política con música, pero lo de ayer lo sentí distinto. No era una adoctrinación ni una charla barata para animar al personal, era protestar en estado puro, y eso los cantautores lo llevan en la sangre. Me resistí a levantar el puño, pero todos compartimos parte de la rabia de Ismael con "El bando vencido".
Acabado el sueño, las luces encendidas, aplausos y cae el telón. Nos veremos de nuevo.
Os propongo, a los que no conozcáis a este hombre, que escuchéis dos o tres de las canciones que he puesto, da igual cuáles. Si no os gustan o no os hacen sentir nada, os devuelvo vuestro dinero! =P
ResponderEliminarBuena descripción :)
ResponderEliminarYo fui con Paula a Alicante y salimos las dos que no nos creíamos lo que acabábamos de ver. Fue precioso, la verdad. Con toques de amor, humor, protesta, esperanza... Lo recuerdo y se me pone la piel de gallina U^^