martes, 13 de abril de 2010

No necesito ser nada tan exótico como una avestruz. En días como hoy, me conformaría con poder meter el hocico debajo de alguna manta y así, quizás, no tener frío.

4 comentarios:

  1. Se les volvio a ir la mano a los de la pelu. Una toalla y una chaqueta para que dejase de tiritar :(

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  2. Y desaparecer, olvidarse de todo y que todo el mundo se olvide de ti... Es lo que pasa después de cortarse el pelo, ains.

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  3. Jejejeje. Me siento muy identificada con el comentario de Ladelmedio. Sí, yo también he tenido tardes nefastas en la peluquería.
    Cómprale un chubasquero, que vuelvo la lluvia. ¡Qué digo! Lleva aquí toda la tarde.

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Di "amigo" y entra