Tenía ya preparado el mensaje que iba a mandarle "Me quedo en Alicante, no te preocupes que nadie me separa de ti". Claro que tenía en cuenta la posibilidad de que esta vez fuese la definitiva, pero después de 7 años pensando continuamente que cambiarían las cosas, y encontrarme con que nunca lo hacían, subconscientemente dejé de creer que fuesen a hacerlo.
Será por eso que cuando terminó de hablar mi padre me sentí como un protagonista de dibujos animados en esas escenas en las que van corriendo y de pronto se dan cuenta de que ya no hay suelo bajo sus pies. Miran a la cámara con cara de estupor antes de hacer un agujero en el suelo.
La diferencia está en que ellos pueden salir de él tan felices, pero esto es el Mundo Real.
Yo casi que voy sacando las alas.
y a volar
ResponderEliminarNo leo regularmente ese blog, pero he acabado varias veces en él y está genial. Te voy a confesar que borrachísimo he bailado algo de Reggaeton con pasión, pero que no se entere nadie, jaja.
ResponderEliminarque no es verdad que no haya tiempo para cerrar los ojos y poder volar por otros cielos...
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