Que me gustabas era evidente. Hay ciertas palabras y frases que no se pueden impostar, que yo dejaba ir, y eras demasiado atenta como para pasarlas por alto. En cambio tú, veterana en el juego cuyas reglas yo trataba de saltarme una y otra vez, tardaste mucho en bajar la guardia. Pero también lo hiciste. 2 frases y diana. El hecho de que yo ya hubiese caído un par de meses atrás resulta meramente anecdótico.
Jugábamos y, aún con nuestras respectivas historias a la espalda, más de una vez se escapaban palabras que no correspondían al guion que interpretábamos. Pero supongo que era el hambre (y las ansias de beber), lo que hacía que esos mensajes pasasen sin ser, en apariencia, percibidos. O peor aun, que fuesen contestados.
¿Cuánto separaba el juego de la realidad? ¿300, 350 kilómetros? No se, nunca se me ha dado bien apreciar las distancias (quizá por eso he acabado tantas veces cerca de donde no debía). Pero eran suficientes para que no pasásemos de lo virtual y cibernético. Letras que corretean por la pantalla, y nada más. Imposible conocerte, imposible quererte. Imposible estar juntos.
Por muchas conversaciones hasta la madrugada, por muchos correos o mensajes, por mucho que jures que ella es como tú, jamás se puede apostar por que en persona, en la vida real, vas a conseguir la misma conexión. Hay tantas cosas… Somos unos mentirosos, queramos o no. Siempre mostramos nuestro mejor lado, las facetas mas brillantes, en un grito de “¡ Eh, fíjate en mi! ¡Valgo la pena!” Y aunque no lo hagamos a propósito, aún suponiendo la sinceridad más absoluta…
Las palabras son solo palabras. Un “te quiero” escrito por 2000 manos distintas no dejan de ser 8 letras, puestas una detrás de otra. Son los ojos, la voz y el sentir de cada uno lo que hace que sean mil mensajes distintos con la misma forma.
Sin miradas, sin roces, sin hablar… no se puede ganar. Sin tus ojos, tus manos, tu voz, no puedo ganar.
( Todo esto me costó mucho aprenderlo… si es que alguna vez lo hice. )
Texto escrito en junio del 2008. Un poco de aguas pasadas con trazos de aquel presente y consideraciones constantes. Añadir imaginación al gusto, para diluir la realidad del texto.
uh hortera!
ResponderEliminarY cochino!
Deja de practicar cibersexo!xD