lunes, 13 de mayo de 2013

23:56

"Mamá, duele". Pero me he hecho grande y ya no quepo en su abrazo. No porque ella no lo intentase. Simplemente me he vuelto demasiado grande, demasiado lento, pesado y desagradable. Miento, lo conseguiría. Pero para ello tendría que aparecerme tal cual soy. No podría, con todo lo que se esforzó ella en hacer de mí alguien que valiera la pena. Con todo lo que me esforcé yo.

Aún así quiero esconder la cabeza en alguna parte, junto con todo lo demás. Pero los amigos no están para eso y las compañeras no se lo merecen. Por tanto hago ¡hop! y me vuelvo de dentro para afuera. Ventajas de ser reversible. Y todo vuelve a estar bien, puede, quizás.

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Di "amigo" y entra