domingo, 2 de diciembre de 2012

Huídas

Me ha vuelto a pasar. Caminaba con ella por la calle cuando de pronto ha echado a correr. Mientras cogía impulso he recordado.

Otra mujer, otra ciudad, otras calles. El mismo comportamiento. Parecía que todo estaba bien, pero de pronto salía corriendo. Yo la perseguía por callejuelas, tejados y alcantarillas. Siempre la alcanzaba, siempre ella decía que lo sentía, que no quería que volviera a ocurrir. Pero siempre volvía a pasar y, aunque aprendí a correr muy rápido, - prácticamente volaba de tejado en tejado - cada vez me era más difícil. Arañados, sucios y exhaustos nos desplomábamos después de cada carrera. Siempre ella decía que me quería y que menos mal que la había alcanzado.

Yo no entendía.

Al final dejé que se fuera sin perseguirla. Me cuentan que se quedó desolada cuando no la fui a buscar. La gente no lo comprendía por qué lo había hecho. "Todas las chicas corren, el mundo funciona así, y los chicos deben perseguirlas ¿Es que acaso tú no la querías?". Yo no pensaba así, pero mirase por donde mirase, así ocurría. Quizás estaba loco.

Así que me fuí lejos, otro país, otra ciudad y de nuevo me encuentro saltando por otros tejados, buscando otras palabras esquivas. "El mundo funciona así" me digo.

Creo que el mundo y yo tenemos unas cuantas diferencias fundamentales. Y al igual que ocurre con las parejas, que si en ciertos temas no se coincide es mejor dejarlo estar, me parece que no estoy nada de acuerdo con el mundo. Pero ¿qué hago?

2 comentarios:

  1. "I'm just trying to understand why we keep making the same mistakes over and over."

    Confío en que haya mujeres que no se escapen y te obliguen a correr detrás de ellas una y otra vez.

    Confío en que alguna se limite a pasear a tu lado y cuando le apetezca salir corriendo no lo haga. Que cuando le apetezca salir corriendo se pare a hablar contigo, para que podáis correr juntos o para que podáis seguir andando, y que así nadie tenga que perseguir a nadie.

    Alguna habrá con la que haya una total sinceridad y confianza.

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  2. Al principio pensaba como tú. Me dijeron que con tiempo encontraría a la mujer que sería perfecta para mí, que se acabarían las carreras.

    Por creer aquello perdí a alguien importante. Hoy pienso que aunque ojalá fuera posible que estas cosas no ocurriesen, a veces es inevitable e involuntario. Que hay que tratar de aguantar, corriendo, saltando, si crees que vale la pena. Y mientras, hablar y hablar e intentar convencerle en lo profundo de que está bien, de que no tiene que irse.

    Gracias por pasarte y por tus deseos. Espero que vuelvas

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Di "amigo" y entra