Tengo una sensación recurrente. Es como si, siendo una carcasa siempre del mismo tamaño, el contenido se fuese reduciendo cada vez más y más, compactándose. No es vacío... creo. A fin de cuentas, el total es el mismo. Solo que más denso, más pequeño.
Me preocupo. En el esfuerzo por tapar todos los huecos, creo que estoy impidiendo que entre hasta la mínima brisa renovadora, y creo que puedo terminar ahogándome. Los golpes se aguantan bien, se desvían rápido, pero estoy perdiendo la capacidad de dejar entrar a nadie. ¿Será reversible?
Mi piso es como una versión a pequeña escala de en lo que se está convirtiendo mi vida. Es práctico, cómodo, útil, entretenido. Vacío. Y tan pronto se llena como se queda otra vez en silencio.
Creo que el próximo cuatrimestre voy a pasar muchas tardes en la biblioteca. Estoy empezando a cansarme de las cuatro paredes. O serán solo los exámenes.
[Enero 2011]
Creo que esto lo dijo alguien relacionado con el feng shui, que la habitación debe usarse sólo para dormir y hacer el amor, nada de estudiar y esas cosas.Quizás no sea mala idea cambiar de aires.
ResponderEliminarEn verano se quita tó :P
ResponderEliminarA lo mejor estás tapando huecos para preparar lo mejor posible la visita de alguien especial (en mayusculas, negrita y triple subrayado =) )
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