Falles dos zero zero onze

Nos abrimos paso como podemos entre el gentío (esto será una constante en las próximas dos semanas). Nos detenemos por fin cerca del borde del puente y hacemos un círculo como podemos. La voz de Rita sale por los altavoces mientras nosotros repartimos vasos de chupitos y los vamos rellenando. No se entiende lo que dice, pero en cada pausa vitoreamos y bebemos. De pronto, suben cohetes desde el rio y estallan en lo alto. Nos cae una lluvia de restos encendidos y nos ponemos a cubierto, pero no dejamos de mirar hacia arriba. Todo acaba con un gran aplauso. Es la Cridà. Las Fallas han comenzado.

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Han pasado 6 días. Standby, un pub de Valencia donde igual te ponen Platero y Tú que Estopa. Bailamos, los que aún podemos, en una esquina, a lo nuestro. Al lado tenemos una curiosa escena. 2 chicas y un chico. Ellas, amigas, y él, que solo le hace caso a una. Craso error. La abandonada tiene cara de mala ostia. Vamos a ver si hacemos algo. Me explica que ha salido a bailar con su inseparable, pero que al primer chico su amiga ha perdido la noción de amistad y que les va a mandar a donde amargan los pepinos. Su amiga se ha dado cuenta de mi presencia y se acerca a ver y yo me pongo junto al chico.

- Pero hombre, ¿no ves que eso no se hace?
- Ya tio, pero es que me falta un ala. ¿Quieres ser mi ala?

Rechazo la oferta. Más tarde me enteraré que la chica en cuestión, la primera abandonada, tiene 15 años. 2 pensamientos: "Menos mal" y "¿Qué c*** le han dado a esta de comer?"

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Sábado noche. Compartiendo un tradicional cali libre de engaños con un jovencísimo profesor de matemáticas, una proyecto de ingeniera de caminos y un grupo de dominicos. Extraños compañeros de bebida trae la noche. Yo los llamo "amigos", así que qué más da. Nos encaminamos a un casal/verbena pero hay malas noticias: no se puede entrar. Fiesta exclusiva. Bueno, como si no hubiéramos bebido nunca en la acera. Y la música se escapa igualmente por debajo de las lonas. Pero la noche no va a acabar de apalanque, no. Un cubalitro precede a una portadora de pase VIP, cerrando el paso una nube de rizos. Así que...  vamos para dentro.

Balançar què uma loucura
Morena vem o meu lado
Ninguem vai ficar parado
Quero ver Mexa kuduro
Balançar què uma loucura
Morena vem o meu lado
Ninguem vai ficar parado oh

Ha pasado la noche entre tragos furtivos, bailes pequeños, alguna conversación y mucho espíritu fallero. Son las 8 AM, toca recogerse desde la parada del autobús.

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Martes y Miércoles. 2 del mediodía. Pum, pum, pum, PUM. Explota el cielo de Valencia. Este año tengo un poquito de inquietud, porque me acaban de explicar en la uni que el umbral de dolor auditivo está por encima del umbral de daños. Es decir, que sin que te des cuenta ya te puedes estar fastidiando los oídos. Mmmh. Podéis imaginar lo poco que me duran las preocupaciones. Como levantino de adopción, la pólvora lo sigue curando todo. Mascletà.

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Miércoles noche, volvemos a darlo todo. Jueves noche, vemos el concurso de luces y la falla ganadora de este año. Han reducido los presupuestos (600.000 llegó a costar la ganadora del año pasado), pero no deja de ser muy simpática:

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Viernes mañana. Me levanto muy cansado y me duele todo, principalmente al tragar saliva. Oh, oh. Termómetro: 37'5º y mis anginas tienen complejo de pez globo. Parece que las fallas se han acabado para mí. ¿Jodido? ¿Con las fallas que me he pegado? Nain. Y aún comeré chocolate con churros y veré la Cremà por la tv. Eso sí, la Despertà me mata al dia siguiente... ¡Jodidos valencianos y su gusto por la pólvora!