sábado, 24 de julio de 2010

Vacaciones!

Me voy a mi pueblo, ese que no tiene internete, así que me despido de todos ustedes, amables lectores, hasta finales de agosto aproximadamente. Sed felices!

 

domingo, 18 de julio de 2010

Taking cover.

Tras atravesar la puerta, un vistazo de reconocimiento permite hacerse una idea del panorama general. En la enorme extensión, bajo el sol extraño de ese planeta, abundan las cajas de recursos. Platino, paladio, iridio e incluso elemento 0. Yacimientos más o menos cuantiosos, de minerales de mayor o menor calidad. Montoncitos de chatarra y joyas demasiado perfectas. Pero no todo es agradable. Demasiados obstáculos en algunos casos, y ya se empiezan a vislumbrar puntos rojos en el radar. Enemigos. Un pelotón experimentado como el nuestro sabe que no se trata de ir a por el mayor blanco posible, sino a por uno que, mereciendo la pena, no termine con el pelotón acribillado. Mientras, cada uno elige su arma favorita o su conjunto más poderoso de habilidades. Listos.


El pelotón.

Unas cuantas ojeadas más y me decido a por un destello en concreto. El objetivo está sorprendentemente poco vigilado para lo valioso que parece. Nos acercamos...

Morena, camiseta de rayas, falda y caderas. Mona de cara y no-anoréxica. Se rie mucho. Un sólo hombre en el grupo, pero nos damos cuenta de que sólo es amigo. Señalo a la chica con la mirada, y mi compañero asiente. Visto bueno. Un gesto de la mano: voy a entrar, atento por si tienes que apoyarme. Siempre hay alguna "amiga" en el otro bando deseando que todas se lo pasen tan mal como ella o algún listillo que quiere aprovechar la brecha para meter pie. Pero para eso están los colegas con novia o simplemente, tomar turnos. Uno avanza, el otro da fuego de cobertura.

El enemigo protege el blanco, pero podemos con ellos.

Corremos ahora. Después de deshacernos de la principal guardia, ya no es necesaria la sutileza, lo que importa es aprovechar el camino abierto mientras dure. Sólo nos quedan un par de obstáculos. Vamos, vamos... ¡Mierda! Un grito de dolor resuena la radio. El radar muestra un puntito rojo demasiado cerca de uno azul. Miembro del equipo en problemas. Pero estaba tan cerca... No, lo importante es lo importante. Volvemos.

Ahí está el baboso, al lado de Marta. Todo el mundo tiene derecho a ligar, pero la expresión del colega y la de hastío de mi amiga me dice que es mejor intervenir. La interrogo con la mirada: ¿Voy?. Sí, por favor. Táctica universal: la cojo de la mano, damos cuatro o cinco vueltas el uno alrededor del otro mientras nos contamos cualquier cosa graciosa al oído, y el petardo abandona la escena. Me doy cuenta de que esto ha puesto en peligro mis aspiraciones al decantarme aparentemente por una mujer, pero como Marta también lo sabe, hace lo que ninguna pretendiente haría: ¡choca esos 5!  La chica de rayas nos observa, se le sale una sonrisa. Bien. Enseguida estoy contigo.

Ahí cae el último guardia.

Por fin, el tesoro, el premio, está a una cerradura de distancia. Toca desencriptar, elegir los trozos de código adecuados que encajen. Creo que así...

sábado, 17 de julio de 2010

Mochilas y caminos (I)

Muchas veces se dice que pensar demasiado las cosas ralentiza tu vida. Que quien piensa mucho, vive poco. Yo... discrepo. Porque, si la vida es un camino (ya sabéis lo que me gusta hablar de sendas)...

Cuando no sabes adonde vas, cualquier camino te lleva, pero... ¿hubiese sido mejor girar a la derecha en vez de a la izquierda? Llegar más rápido al lugar equivocado de poco sirve.

¿quién va mas ligero? ¿Aquel que se para en el camino, ordena sus cosas, y tira las que ya no prefiere llegar consigo, o el que arrambla con todo sin consideraciones y lo mete en la mochila sin más?

viernes, 16 de julio de 2010

El día en que la Locura llega...

...y se instala. En realidad no es un único día, más bien un proceso cíclico. En toda etapa de liberación la consigna más repetida es "¿y por qué no?" Poco a poco, vas metiendo la patita, la mano y cuanto apéndice sea necesario en ese nuevo mundo, preguntándote por qué habías tardado tanto en hacerlo. El problema es cuando introduces también la cabeza. Ahí ya la hemos jodido.

Porque en ese momento la señorita Conciencia abre los ojos, y ve a Coherencia durmiendo la mona. Va a buscar a Responsabilidad, pero no está disponible, que se ha ido de farra con Ética. ¿Común? No se sabe donde está. Con Vergüencia probablemente. Si acaso Orgullo sigue en pie, pero sin gafas no resulta de mucha ayuda.

Así que allá va Conciencia a plantarle cara a Locura y decirle que detenga el circo. La pone en su sitio y recoge a su maltrecho séquito. Un tiempo para poner orden, que todo vuelva a la normalidad, al menos hasta la próxima vez. Cuando vuelvas a pensar ¿y por qué no?

martes, 13 de julio de 2010

Volviendo.

Abriendo la puerta con una mezcla entre miedo y curiosidad. ¿Quién seguirá por aquí? ¿se habrán comido las polillas mis calcetines?

Desde que dejé canciondelviento, he tenido dos direcciones más, en un intento de encontrar la privacidad sin tenerla. No ha podido ser. Sabía que la única forma de estar completamente seguro era empezar de cero, borrando todas las entradas y a toda la gente que había conocido en estos 2 años. Pero no estaba dispuesto a ir por ahí e intenté una especie de solución intermedia... que no funcionó, en tanto que tengo algún que otro conocido bastante persistente =P Sin acritud, realmente yo hubiera hecho lo mismo.

Así que voy a probar con la solución diametralmente opuesta. Volvemos al primer lugar, con las 30k visitas que llegué a tener y los lectores de quién-sabe-dónde-y-por qué. Le he dado al blog un buen recorte de entradas personales, las poquitas personas que han seguido todo el proceso lo notarán, pero creo que era necesario. En tanto a seguir escribiendo, supongo que ahora tendré que optar por desahogarme sin publicar, o como decían en un libro, esconder las cosas a la vista de todos.

Pido perdón a lo fieles por el mareo de estar cambiando de dirección cada X meses, pero si el blog puede ser un pequeño reflejo de la vida de uno, el mío estaba predestinado a ser bien caótico.

sábado, 10 de julio de 2010

Experiencias de Éter.

Substancia: 2 vasos grandes de mojito casero, bebidos con relajación mientras partida de cartas. Smirnoff mezclada con fanta en una botella de ídem, bebida a tragos en breve espacio de tiempo.

Los mojitos no se aprecian en exceso, si acaso pudieron motivar que no ganara ninguna de las partidas. Los tragos a la botella de fanta, en un mano a mano con una amiga, hicieron la mayor parte del papel. Objetivo: alcanzar la discoteca en un estado suficiente de motivación. Conforme baja el líquido, noto que mi conciencia se va replegando en torno al núcleo de personalidad. Ya se sabe, no quitarse prendas de ropa, no cortejar a miembros del mismo sexo, etc (siempre hay que asegurar lo básico).

Fallo catastrófico, debido a dos camaradas desmotivados finalmente no entramos en la discoteca. Todas las pilas cargadas y ahora.., ¿qué? En fin, en todos lados cuecen habas. Como en ese grupo de 10... ¿chicas, mujeres? Haciendo botellón en torno a una palmera. Parece el blanco perfecto para dos solteros. Sospechamos que no superan los 18, así que cambiamos entrada a saco por una foto con ellas. Es gracioso por una vez estar en el otro lado y apreciar las expresiones que recorren toda la gama entre el hastío y el interés. No, a nosotros no nos interesa realmente. Una tal Elvira nos hace la foto. Y nos retiramos a casa, a la piscina.

Primer intento del verano. Cuota: 45% aprox.Valoración satisfactoria. Resaca a niveles bajo. Sé que puedo hacerlo mejor.

martes, 6 de julio de 2010

La empatía,

(Texto completamente fusilado de el Sentido de la Vida)

En ocasiones me han tachado, especialmente algunas mujeres que he encontrado en mi camino, de poco empático o emocional. Exploremos el concepto.

Sí, es cierto. Soy poco emocional. Tengo un elevado control sobre mis emociones. Después de todo, soy un hombre. No sólo esto, sino que además soy producto de la sociedad en la que vivo. ¿Usted ha visto alguna vez a un hombre, en un anuncio de coches o de colonias, echarse a llorar antes del segundo 45? Yo no. ¿Ha visto usted a algún hombre emocionarse en algún anuncio de la tele? Será que no caigo ahora, oiga.

Pocos hombres veo por la calle perder los papeles y patalear o tirarse de las coletas, con lo cual, de entrada, cuento con pocos modelos o ejemplos.

Entiendo que las emociones son parte de la vida, una parte muy importante. Entiendo que la vida es más plena si se incorpora y se aprende a disfrutar del plano emocional. He leído el libro del caballero de la armadura oxidada y entiendo la metáfora. Me hago cargo del asunto y, en la medida de lo posible, aprendo cada día a sentir más y a disfrutar mis emociones. En ese sentido, doy las gracias a aquellas mujeres que me han señalado mi ausencia de disponibilidad emocional.

Por otro lado, lamento las circunstancias en las que suelen tener lugar esos apuntes. Cuando me dicen "¡Jo, qué poco empático que eres!", lo que realmente oigo es "Qué lástima que no reacciones emocionalmente; ¡con lo bien que te manipularía!". Habrá lectoras que piensen que ya estoy exagerando otra vez, pero cuando lo siguiente que uno oye es algo del calibre de "A estas alturas deberías estar llamando al timbre de mi casa con un ramo de flores", uno no puede dejar de preguntarse "¡¿Qué qué?!".

La putada es que para ser una princesa hace falta un caballero, y a algunos nos empieza a rechinar el viejo cuento. Somos incapaces de entender que, para casarnos, nos tengamos que arrodillar ante una mujer, bajar la cabeza y ofrendar un símbolo que representa varios meses de sueldo. Dicen que de eso va el juego. Pues bien, el que lo entienda que lo juegue. Yo prefiero cambiar las reglas por otras más razonables. Pero eso es otra historia.

La empatía es un concepto interesante. Mientras que prefiero términos como "conexión", "sintonía" o "rapport", parece que la gente entiende la empatía como la "capacidad de sentirse igual de mal que el emisor de un mensaje", generalmente "como una mierda". La empatía es un concepto que sólo parece existir cuando alguien se encuentra como el culo. Nadie dice "Me siento de puta madre; ¡empatiza conmigo!".

Hace varios meses estaba tomando unas cervezas con una amiga. En uno de los compases empezó a contarme la historia de un chico que le gustaba y al que ella era incapaz de abordar. Parecía una situación irresoluble: ambos estaban terriblemente enamorados pero jamás se atreverían a mover un dedo para estar juntos. Alguien debería escribir un libro al respecto, porque es un drama mucho más universal que Romeo y Julieta. Se quieren y ni se miran; los perfectos gilipollas. El dramón estelar. Es la bomba, y se lo digo yo, que he tenido más de un papel en esa obra.

A medida que mi amiga desgranaba la historia yo podía ver cómo se iba desinflando. Su cara se apagaba, su aspecto era cada vez más amargo. Yo le escuchaba y le iba proponiendo posibles líneas de acción a cada giro del cuento.

—Pues te haces con su teléfono y le llamas —sugería.

—¡No, me moriría! —bramaba ella.

La tragedia parecía inevitable; en cada una de las posibles soluciones, ella moría. Era como un concurso en el que detrás de cada panel se escondiera la muerte. No parecía una historia humana sino el mito griego de Desgraciadón, el hombre más miserable que alguna vez hubieran parido los dioses.

—Pues haz esto —le decía yo.

—¡Imposible! ¡Me moriría!

Así una y otra vez. Ella terminó de contar la historia y a mí se me acabaron las posibilidades. Mi mente estaba exhausta.

—Entonces estás jodida —le dije.

—¡No me digas eso! —gritó ella lo más fuera de sí que le he visto— ¡Empatiza conmigo!

De nuevo aquella línea. Le miré la cara. Era la amargura personificada. Parecía que acababa de hacer las diez últimas declaraciones de la renta simultáneamente y en menos de un minuto.

—¿Para qué voy a empatizar contigo? —contesté—, ¿para sentirme como una mierda?

En PNL se llama "Rotura de patrón". Es cuando el programa mental que uno está ejecutando recibe una entrada que es incapaz de manejar. La mente se resetea y prosigue con el siguiente patrón que puede encontrar.

—Es verdad —dijo ella.

La empatía. Ese concepto que a unos les permite acceder a la experiencia ajena en todo su esplendor y que a otros les viene tan bien para manipular emocionalmente.

lunes, 5 de julio de 2010

La sobriedad.

Con los años, cumpleaños, cenas de clase y fiestas diversas, me voy dando cuenta de que permanecer sobrio cuando todo el mundo bebe es como ver un OVNI o ponerte un anillo mágico. Fliparás con lo que ocurra, pero nadie más lo ha visto ni te va a creer.

Y sin embargo, es una experiencia que recomiendo alguna vez en la vida. Eso sí, hay días que me gustaría ser un poco menos inmune a los grados...

sábado, 3 de julio de 2010

déjame decirte...

No, mejor no me dejes decir nada.