martes, 31 de marzo de 2009

Mamá Natura gana (o el enemigo en la propia sombra).

Primero me dejaba llevar. Luego aprendí que se pueden controlar los impulsos. Finalmente, llego a pensar que si te pasas controlando, lo pagas.

Al margen del diseño inteligente y demás tonterías, creo que si estamos así construídos es por algo. Si tenemos ciertos mecanismos mentales y un conjunto de drogas químicas que nos ayudan a interaccionar con el resto de seres imperfectos, también es por algo. Y que está muy bien ganar control sobre ellos, pero la opresión, en todos los aspectos, se acaba pagando. Un ejemplo.

Arturito (nombre ficticio) es un buen niño. Un poco más para el lado de "tonto", pero bueno al fin y al cabo. Tiene su pandilla de amigos, con los que pasa muy buenos ratos... y otros no tan buenos. Principalmente por culpa de su mejor amigo, por paradójico que suene. Veréis:

Arturito está un poco gordito. Aún no ha pegado el estirón, tiene el metabolismo lento o, principalmente, es más de leer que de correr. A Arturito no le importaba, hasta que a Moisés, su mejor amigo, un día le dio por hacer una broma al respecto. A Arti (para abreviar) no le hizo demasiada gracia, pero como tampoco quería darle un corte a su amigo, se calló y le dió una colleja haciéndose el picado. Esto a Moises le hizo gracia y siguió con la coña. Pronto, se convirtió en el chiste del grupo. No eran mala gente, pero dado que Arti no se quejaba y a ellos les parecía gracioso, seguían con las pullas sobre su peso.

A Art, evidentemente, esto no le sentaba nada bien. Él callaba, sin embargo. "No son mala gente". "Es una broma". "Ya saben que no me gusta que lo hagan, más no puedo hacer" Y, pensando que no sería justo hacer sentir mal a sus amigos por una tontería así, se forzaba a aguantarse y a tragar.

Hasta que, finalmente, un día algo se terminó de llenar en él. No sabía por qué, pero de pronto ya no le apetecía nada de nada irse con sus amigos. Supongo que estaba harto sin saberlo, cansado. Y, como seguía fiel a su idea de no "lastimar", ni siquiera supo reventar como debía en el último momento. Y se largó, sin hacer ruido, pero sin querer volver a saber de sus antiguos amigos.

Tendría que haber explotado. Tendría que haberles dicho lo que pensaba de su broma. Pero, por altruísmo mal entendido, y de alguna forma pensando que ya se le pasaría el malestar, tragó y se calló. Fin del cuento. Moraleja: se puede dominar, se puede hacer "mente sobre cuerpo". Se puede pensar que lo tienes todo bajo control. Pero Mamá Natura es sabia, y quizás esté guardando todos esos cristales rotos en alguna parte del subconsciente. Y algún día dirá: "ahora la que se ha cansado he sido yo, tu control no es perfecto y voy a demostrartelo" Y, de pronto, ese día hagas "click" y no sepas por qué.

Y ellos perderán un amigo, tú perderás algo que era valioso para ti (aunque al final te alegres de librarte de todo eso), y todo por el bien mal hecho.

Cuidado mentes racionales. Mejor podar a tiempo que encontrarse con una planta muerta.

4 comentarios:

  1. ¿Y recién ahora me lo avisás?

    A veces me complico la vida con demasiados argumentos y justificaciones... después, cuando me enamoro, surge el "ma' sí, me mando". Aunque a veces lo reprimo, claro. Porque soy racional, viste?

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  2. buena reflexión, la verdad es que el subconsciente está siempre ahí, dispuesta a encender la llama de, eso que se quedó dormido hace tiempo, pero dormido, no muerto...

    a veces inconscientes de eso, hacemos que nuestro hijos carguen culpas, que no son suyas.
    me ha gustado mucho este post, un saludo.

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  3. Creo que Arti hizo muy bien en irse y que debería darse el gustazo de llamar a sus antiguos colegas, echarse unas risas y después decirles que eran un tanto cabrones. Todo esto, desde el talante -es coña- y sin acritud.
    Llorar, hacer agujeros en el suelo para gritar dentro, expresar lo que sientes es bueno y necesario. Y si no lo hace uno por sí mismo, acabará haciéndolo la gran madre, que no sé si es sabia o no pero sí sé que no puede con todo.

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  4. Todos los niños o adolescentes son cabrones... o la mayoría...

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Di "amigo" y entra