miércoles, 9 de julio de 2025

Dia 5/30

 I. Un día más
Hoy, al despertarme, pensé en ella.
Pero no me desvelé.
“Ya está. No está. No puedes hacer nada. No es culpa tuya.”
Me lo dije.
Y seguí durmiendo.
No sé si es el primer paso para dejar ir
o solo una forma mejor de esperar.
Pero dolió menos.

 II. Añoranza selectiva
Echo de menos sus cariño,
tus abrazos,
sus te quiero.
Aunque también me duele pensar
que los últimos me los dio
sabiendo que te ibas.
El cuerpo los recuerda,
pero el alma duda:
¿si ya te habías ido,
eran de verdad?
Y yo: ¿te hablo a ti o a tu recuerdo?

III. El verano que se escapa
El verano del 25 solo ocurre una vez.
Y en vez de la piscina,
o de festival,
o de canciones,
yo lo paso a cincuenta metros de ella,
haciendo rodeos para no cruzarnos.
Cada día que no pasamos juntos
no va a volver.
Aunque volviéramos,
ya seríamos otros.
No desbloquear.
No mirar.
No pasar cerca.
No escribir.
¿Era esto lo que querías?

IV. También yo necesito descansar
No era solo su ansiedad.
También yo vivía agotado.
Mirando cada palabra,
cada silencio,
cada forma de protección.
A veces, estar bien es poder estar
sin miedo a romperlo todo.

V. Segundo primer brote 
Por primera vez, pensé: no vamos a salir de esta.
Pero no por ella.
Por mí. 
Porque no sé si puedo volver
a confiar, que no te estarás siempre de salida,
que mi dolor también contará,
que será verdad volver a construir. 
Que tu dolor se cura cavando el mío 
en vez de sanar a la vez.
Vamos a ver.

ya no es un nosotros.

martes, 8 de julio de 2025

Dia 4/30

 I. Cansancio
Cuatro noches sin dormir bien.
La mente a medio gas,
el cuerpo como si fuera otro.
La duermevela, 
no se si pienso o sueño,
no se si siento o echo de menos.
Y aún así,
cuando me despierto,
pienso en ti.
Como si fueras una estación
en la que ya no paro,
pero aún tengo el cartel en la memoria.

II. La hoja que no está
Hoy vi una hoja que escribí contigo.
Solo una.
La otra ya no estaba.
Y fue como perder una parte pequeña,
pero real,
de nuestra historia.
Una tontería, sí.
Pero me dio vértigo.
Como si te fueras del todo
a trozos.

III. 90% trato cumplido

III.1
He pasado a verte.
Un gesto mínimo.
Un puño, una sonrisa.
Quería decirte que estoy aquí,
sin hablar, para no romper el trato,
no me lo creo ni yo 
las trampas que me hago.
Tenías que tener la carita,
tenías que estar escuchando la canción.
Yolo hasta el final, ¿verdad?

III.2
No dije que te quiero.
No dije que te espero.
No te propuse nada.
Solo aparecí.
Solo te miré.
Solo me fui.
¿Eso cuenta como 90% cumplir?
¿O es cero?
¿90% de lo que necesito?
No es cero.

III.3
La verdad:
no fue por ti.
Fue por mí.
Por no quedarme con una despedida
de piedra.
Quería que supieras
que también te espero,
aunque no lo diga.
Y que entendí tu parte,
aunque no lo pareciera.

III.4
Quizá fue mi manera
de decirte que sigo aquí
sin interrumpirte más que el trabajo
Quizá eso es lo máximo que te puedo dar,
una presencia breve,
una canción,
¿sirve?
¿basta?

III.5
Nosotros siempre fuimos así.
Saltándonos normas,
haciendo “yolos”
que nos acercaban.
Tú y yo nos conocimos
ya sabiendo el riesgo.
Y aun así, saltamos.
Hasta ahora siempre ha sido un acierto,
si nos hubieramos movido con más cuidado
quizás no nos hubiéramos vivido.
Pero ahora tengo miedo. De coger el riesgo incorrecto,
no coger el suficiente,
de que de igual cuál haga.
Así que razón y corazón. Te escucho y te entiendo
y un pequeño rastro de migas de pan y cariño.
Para que el espacio no sea ausencia, 
ni el descanso, frío.







lunes, 7 de julio de 2025

Día 3/30

 I. En el suelo

Segundo día durmiendo en el suelo,
con la tos, el vómito, la fiebre.
Y yo, tan cansado que casi me quiebro,
pensando en cómo me gustaría
contártelo mañana.
Pero no.
Vuelvo a estar solo.
Volvemos a estar solos.

 II. El miedo no es solo a perderte

Me da miedo que vuelvas y digas que no.
Pero me da más miedo
que vuelvas y digas que no sabes.
No podría quedarme otra vez
esperando claridad
en un corazón que no se decide,
o que creo que quiere irse 
de mí
y no se atreve.

III. Debes saber

Tengo la tentación de hablarte.
De decirte que si ya lo sabes, vuelvas antes.
Y si no lo sabes, no vuelvas aún, 
no hace falta, descansa.

Pero qué sentido tendría decírtelo
si ya lo deberías saber.

Si vuelves, que sea porque lo sientes.
Y si no, es una respuesta también.
 
IV. Si un mes nos rompe

Si un mes nos rompe,
entonces no era.

Hay vínculos que se duermen por meses,
otros que se reencuentran tras años.
¿No podríamos también
dejar esto en reposo un tiempo,
y aun así que algo vuelva a brotar?
Empiezo a ver cómo tuviste razón con segunda propuesta.
Aunque la primera - siempre - me sigue gustando más.  

V. Aniversario

Se acerca el aniversario.
Y no sé si celebrarlo en silencio,
resetear la fecha,
o dejar que pase como una hoja suelta
que el viento se lleva.

Te ofrecí pasarlo contigo.
Tú pediste espacio.
Y aunque me duela no escribirte,
me duele más pensar
que un simple mensaje
nos robe la calma
o rompa el último hilo

VI. Que este mes me salga a devolver

No sé si este mes traerá tu vuelta
o mi liberación.
Pero si descanso,
si me cuido,
si respeto el silencio
que pediste...
quizá, pase lo que pase,
este mes
me salga a devolver.

VII. El premio

Cuando hago las cosas bien,
cuando no escribo,
cuando espero con templanaza,
una parte de mí aún se sienta
a mirar la puerta.

Como si portarme bien
fuera una invocación.
Como si el silencio correcto
fuera una cuerda que te trajera de vuelta.

Y no vienes.
Entonces me golpea:
ya no hay vínculo.
No puedes ver el esfuerzo, las ganas de seguir
construyendo y trabajando.
No hay premio por portarse bien.
Solo el eco.
Y tengo ganas de romper el silencio
solo para decírtelo
que puedo, que vales la pena, que quiero,
¿tú quieres?
Luego pienso,
Que eso es lo que hice, he hecho,
la segunda vez, 
merecía la oportunidad y lo hice. 
Deberías saberlo aún.
Y aún así no estás, no apareces.

Sigo el camino, hay que hacerlo bien,
por ti, vuelvas o no,
por mí, aunque no estés.

domingo, 6 de julio de 2025

Dia 2/30

 I. La canción perfecta

No era “Te voy a esperar”.
Eso ya lo sabes.
Tampoco “Hazte mía”,
aunque podría haber sido,
como tantas otras que ahora
me suenan a nosotros.

La canción perfecta
era esa que habría puesto igual,
aunque no estuvieras,
aunque no fuera viernes,
aunque ya no supiera
si me sigues escuchando.

II. Enfado

Anoche me enfadé contigo.
Por dejarme solo con los problemas,
con el cansancio, con la angustia,
de no estar haciéndolo bien.

Y luego me enfadé conmigo,
por no estar contigo, por dejarte sola
Por seguir queriéndote
aunque estés mejor sin mí.

III. Imitación

Sonaba bachata.
Y yo, en otro sofá,
pensaba que quien debía estar ahí
eras tú.
Todo era una versión deslucida
de nuestras primeras veces,
una imitación lejana.
Yo no quiero estar aquí.

IV. El mérito


Todo lo que haces,
por mucho que duela,
creo que lo haces
por cuidarte y cuidarnos.
Y por eso, todavía,
te sostengo en alto.
Creo en ti, 
confío en ti,
aunque quizás el mérito sea irte.
 
V. Lo que no puedo decirte

Te quería decir
que te quiero.
Que lo siento.
Que quizás debería haber sido más blando,
más cariñoso,
menos herido.
Pero no quiero romper tu descanso.
Así que lo dejo en una canción.
Y que ella, como un baile, hable por mí.
Lo siento (otra vez)
 
VI. La primera bajada

Hoy casi lloro.
Y eso, curiosamente,
es una victoria.
En otras despedidas,
me rompía desde el primer minuto.
Hoy, la tristeza es más lenta.
No sé si es esperanza,
o costumbre.
No sé si eso me alivia
o me asusta.
 
VII. Fin del día 2

Día 2.
Sigo aquí.
Con las ganas de decirte
que lo estoy peleando.
Y el compromiso firme
de dejarte descansar.
Es el único camino y
yo te dije que no me iba a rendir.

sábado, 5 de julio de 2025

Dia 1/30

 I. Esto no era lo que quería

Esto no era lo que quería hacer.
No quería despedirme con la boca cerrada,
sintiendo frío, mirada al suelo
ni callarme la losa, el miedo, la petición de auxilio.
No quería aprender a estar sin ti
mientras aún seguías presente, 
o esperarte mientras te alejas.
Pero no has dejado otra que esta incertidumbre.
Este “sálvese quien pueda”.
 
II. Tú no lo sabes

Querer no me dolía.
Lo que pesaba era sostener el amor
en mitad de la niebla.
Escuchar que no sabes, que no puedes,
que quizás sí, pero ahora no…
Y yo, callando el cansancio
para subir otro día más al coche,
dividirme entre mis mitades y tu angustia,
y darlo todo sin que se notara.
Tú no lo sabes...
 
III. Renglones

Llamas a esto “espacio”,
también es ausencia,
y el nombre no hace que 
no duela.
Y aunque esperas comprensión,
yo también necesito que me arreglen 
o alguien sujete mis trozos antes de que caigan.
Yo también me rompo,
aunque no grite.
 
IV. Quédate con las cenizas

Nos quemamos.
Pero no hicimos ceniza juntos.
Ardimos en fuegos distintos,
a ritmos diferentes,
bajo reglas que no eran las mismas.
Hoy recojo lo que quedó
y espero por si quieres soplar
o plantar.

Las brasas ya no arden.
Solo humo.
Solo un olor
que a veces se parece al amor.
 
V. Las vías emocionales

Hoy soy un desfile de voces.
Rabia. Esperanza. Orgullo.
Culpa. Miedo. Resignación.
Las dejo pasar, una por una,
como si fueran trenes
y yo no supiera aún
en cuál montarme.
Pero las veo pasar desde el andén,
y de todas siento el viento en la cara.
 
VI. No habrá carta en tu cajón

He pensado en dejarte una flor.
Una nota en tu cajón. 14 de julio.
Una señal de que te esperaría, 
una promesa.

Pero no quiero romper tu descanso.
Ni romperme yo.

No puedo mirar nuestras fotos
sin quedarme atrapado en un tiempo
que quizá ya no existe.
Y esta vez,
puede que necesite salir del marco.

VII. Atontado

No sé si esto es resignación
o libertad.
No sé si ya no te reconozco
o si por fin estoy viendo claro.

Quizás no es amor lo que se ha ido.
Quizás soy yo
quien está empezando a volver.

jueves, 5 de junio de 2025

La paradoja

 Sentirte mejor (las típicas subidas y bajadas) porque se hayan terminado las discusiones y el sufrimiento, y tener el impulso de contártelo porque llevo un año contándote cada cosa buena que ocurre en mi vida.

What is grief?

Como adulto el duelo parece más complejo, más real y más doloroso. Pesa más. O quizás es que he olvidado. Quizás es que también ha sido el adulto el que con sus nuevas capacidades y entendimientos decidió apostar más, y perdió más.

" What is grief, if not love persevering. "

Creo que entiendo mejor el duelo, la pérdida, lo que fue y no va a volver, lo que podría haber sido y no será, y simplemente la ausencia de la persona que ya era esa parte de tu vida y ahora es ausencia. Entenderlo no lo hace menos doloroso, no debe, solo quizás facilita la asimilación. O no, o pesa aún más el absurdo de que se haya ido lo que sigue estando ahí, pensar que ha sido también mala suerte, que era cuestión de haber hablado diferente, estar menos cansado, haber aprendido más rápido, haber podido estar mas tiempo juntos, y eso hubiera dado la pequeña corrección y seguir ganando tiempo. Pero pensar todo esto es no dejar ir, y el duelo no es más que dejar ir aunque no quieras, aunque te remuevas y rebeles, seguir dejando ir, hasta que ya no cueste cada hora.

También el entender que es parte inevitable. Que la frase de la primavera e invierno es esto lo que implica. Nos lo dijimos al principio, y aceptamos que podría pasar, el riesgo. El riesgo se ha cumplido.

" Of course we will hurt each other. But this is the very condition of existence. To become sprint means accepting the risk of winter. To become presence, means accepting the risk of absence "

Lo siento, mi niña. Por nosotros, por lo que creamos y ya no seguirá, porque hayas sufrido tanto y por no haber sido capaz de recuperarnos lo bastante rápido. Te lo escribo aquí porque necesito decírtelo y a la vez no decírtelo para no impedirte el camino. Para no hacerte volver otra vez y que vuelvas a querer irte. 

Te mentiria si no dijera
que te voy a echar de menos
que has llegado tan lejos 
Que te sigo queriendo (obvio)

Pero ojalá vuelvas para quedarte.

Y mi cierre, la versión larga. Esta vez me aseguré de decírtelo pero no quiero que se pierda. Me ha valido la pena. Se que podría durar más, te quería en mi vida y mi futuro, pero si no, ha valido la pena. He aprendido, he vivido. Me recordaste lo que era estar ilusionado, sentirse querido y me hiciste darme cuenta, pequeña impertinencia que no le gustó que le corrigiera los pasos de baile, de que no quería una vida sin esto. Me has puesto en el camino, aunque elijas que sea sin ti, de volver a estar pleno. Gracias.

lunes, 13 de enero de 2025

El jardín

Discutimos, podamos, 
quemamos los restos, nos enfadamos. 
Una pausa para enfríar: "¿qué tal tu dia?" 
"nos hemos pasado" 
Las cenizas enriquecen el suelo 
y cada fuego hace más fuerte el tallo 
de las rosas, rojas y azules, 
con hojas de tinta y fechas. 
Este es nuestro jardín, 
nuestro caos.