lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Por qué besamos?

Acabo de leer un artículo de esos pseudocientífico que te harían poner los ojos en blanco y - con un breve empujoncito - lanzarte a desmembrar alegremente. ¿Por qué besamos? se titula. Típico del "Muy Interesante" de pleno verano, artículo que uno lee, se rie, comenta y olvida. Pero aparte de para pasar el rato, me gusta leer este tipo de cosas. Da una visión diferente, por superficial que sea, y el hecho de descartar premisas te hace reflexionar sobre lo que cree uno mismo. Quién sabe.

De este en concreto me ha parado una frase

"e incluso tomamos decisiones importantes a partir de cómo nos sentimos durante el primer beso"

Pienso en mi propia respuesta, si la baso en nuestra experiencia. Quiero decir, solo con unas horas ya tuvimos suficientes puntos en la gráfica como para sacar alguna conclusión. Por curiosidad, la primera; por recuperar la sensación de calidez, blando y seco, la segunda. ¿Seco? Seco. El no preparado, el del roce sin capas intermedias. La presión. Por impulso la tercera, seguido de disculpas y rubor; por cariño, por aprovechar la oportunidad, por comunicarse, los posteriores. Por despedirse, el último. ¿Decisiones? No creo que se tomen decisiones importantes justo en ese momento. Quizás justo antes y justo después. Durante bastante ya tienes con contener el ánima.

Dice Rayden que "el primero es mágico, el segundo es íntimo, el tercero es rutina". Creo que nos harían falta muchos más que tres.


1 comentario:

  1. la rutina no tiene porque ser necesariamente mala...quiero decir, hay rutinas tan fantásticas que desprendernos de ellas sería renunciar a una parte de nosotros tan tan intrínseca, que sería malvivir.

    dice Ivan Ferreiro: Y besaré todas las bocas intentando demostrar que sólo existe una...

    ...y una vez hallada me quedaría allí, enroscada, en un beso rutinario y perfecto.

    (disculpa la ida de olla jajajaja)

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Di "amigo" y entra