jueves, 17 de noviembre de 2022

9:13

Es gracioso vernos quince años después. Recordando como pretendíamos controlar todo, planificando el mejor movimiento para sobrevivir a pesar de nuestras ansias suicidas. Estamos de acuerdo en que no sabíamos lo que hacíamos, o quizás que teníamos los sentimientos de goma y si sabíamos que si caíamos íbamos a rebotar.

Ahora hablamos desde nuestras familias con hijos. Con nuestra mole emocional, pesada, compleja, parcheada. Tenemos que tener cuidado con esas criaturillas que han venido, no sea que las aplastemos en un descuido, en un bostezo. Como si a esa edad no supiéramos lo que hacíamos. Como si lo supiéramos ahora.

1 comentario:

Di "amigo" y entra