domingo, 26 de julio de 2015

1:21

Me acabo de dar cuenta de uno de los motivos por los que escribo. Al hacerlo, he podido dar forma, explicar después de mucho tiempo algo que percibía pero no terminaba de entender.

Escribir es, ahora lo veo, alimento para el alma que puedo proporcionarme a mí mismo. Como autoconsumo. Libre de consecuencias negativas, sano, saludable y, sobre todo, independiente. Al escribir puedo emular o recordar lo que no tengo, afianzar lo que sí. Y aquello que siempre requiere esfuerzo o riesgo, que solo llega en determinados momentos, puedo dibujarlo- aunque sea atenuado- en cualquier momento al alcance de mi mano sin consecuencias negativas. Una vez definí uno de esos aspectos como "estar enamorado de nadie". Ahora me he acercado un poco más a la comprensión, aunque en cierto modo es eso.

Escribir es trascender. Situarse en la misma cota de altura que proporciona el amor o la amistad, la música, la pintura, la poesía. Escribo y me siento mejor, mejor anímicamente y mejor persona. Son mis alas.

Por eso lo protejo tanto, por eso nunca he dejado, a ningún precio, que nadie estropeara el blog, lo usara como arma o usarlo yo por interés. Es de lo poco de mí mismo de lo que no dudo que contiene valor, lo tengo que cuidar. No hace mucho que me felicitaron por mi constancia, cuando en realidad es algo que no me exige, me da. Para mantenerlo no necesito constancia. Va conmigo, es parte de mí.

sábado, 25 de julio de 2015

Caja 3

Princesa, acude a caja tres. Estas bolsas no se llenan solas. Después, a cargar palés, arremángate los vaqueros no te los vayas a pisar. Así se desgastan las manos que tendrían que estar acariciando la pluma o la tecla. Así se desgastan las horas.

Cinco años ya, pasillos blancos arriba y abajo, sonrisa obligatoria, voluntarias siempre que se puede, desechables cuando no. Una mente libre, un albatros de huesos ligeros, arrastrando las gigantescas alas por el suelo, por cumplir con la Realidad. Cansada, vuelta a casa, tu casa. Una película, dormir poco y vuelta a empezar.

Y, aunque nunca has abandonado la ilusión, temo que te rindas, que un día bajes la bandera. Que ganen los grises. Que la camisa blanca y a rayas pueda contigo, con tus pantalones de pijama de flores, tu mandala en la espalda. Que las alas se caigan y se marchiten, que te olvides de que tu lugar está ahí arriba, trayendo buena suerte a los barcos, no entrampada en el puerto de donde nunca se vuelve a partir. Temo que te rindas, te fundas, te desvanezcas y el mundo te pierda para ganar una gris más.

No dejes que ocurra.


domingo, 12 de julio de 2015

Nunca se para

No he parado de crecer, de aprender.
A zancadas y traspiés,
a versos presos, a raíles (oxidados).
Buscando lecciones donde sea, explicaciones,
reuniendo una caja de brújulas rotas para marcar el camino.
Ninguna apunta al norte.
Me he seguido validando contra las personas
que son como faros
(aunque brillen con brillo prestado).
Me queda ya poco para terminar.
Un día, pronto, llegará la última
estación, el fin del trayecto para mí.
- no te asustes, soy de punto y coma - .
Terminaré este semi-poema, lanzaré el último
verso libre de vuelta a la existencia.
Sin raíces, sin normas, sin aprender más.
Un día terminaré de crecer y empezará, por fin,
el resto de mi vida.

sábado, 11 de julio de 2015

What if the one that got away...

Sometimes you promise someone forever but it doesn’t work out that way.



I honestly don't know. She meant the world to me then. She hurt me, left me, and destroyed me. But I loved her through it all. I still wish I never had to say "my ex wife/my first wife". I never wanted that. She has since apologized for the treatment, we've forgiven one another. But I still don't know, it's been 4+ years. I remarried a year ago. We are happy, have a good life going. My first marriage was rough, but all I ever wanted in the first place, was to be with her forever. I don't know.

viernes, 3 de julio de 2015

Al otro lado del lago

Y... me voy, al otro lado del lago, durante unos días. Hay que quemar lo que no ardió en San Juan. Está siendo un año muy bueno (gracias a todos), así que permitidme un salto de esos que te evitan terminar de tropezar. Mañana, sentado en una playa a cientos de kilómetros de cualquier persona conocida, me reorganizaré la mochila. A la vuelta, más y mejor