Me voy a tatuar una "L", pequeñita y verde, justo debajo del párpado. Pequeñita, para que solo pueda verla quien corra peligro de estrellarse conmigo, pero inconfundible para quien traspase la distancia de seguridad. Estoy aprendiendo que a la larga, todas las personas que se acercan demasiado acaban accidentadas, y así al menos me quedaría la tranquilidad de haber avisado primero.
Yo me tatué en "el sur"...
ResponderEliminarNo obstante, no te hace falta tatuarte para avisar, para eso están las palabras.
Decía Ángel González que:
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia ( con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
En el fondo ninguno, tampoco tú y tampoco yo, queremos acabar así. Así que dejemos que se acercen...avisémosles...y estrellémonos todos. Hay que darle sal a esta vida.
(=