jueves, 28 de agosto de 2025

Cómo no (¿cómo sí?)

Te entiendo. 

A mí también (dolor - añoranza - comprensión). Pero este texto no va de eso.

Pensábamos que el problema era relacionarse desde la complejidad, pero no, creo que no. Los miedos. El monstruo del armario de Ramiro. La complejidad los activa, pero la herida es la que sale a matar.

    Ser menos, aunque seas la primera. 

    Perdernos, aunque nos podamos perder ya y sin habernos siquiera podido encontrar primero.

    Y ese frío y desagradable tercero, de que el monstruo sea yo. 

Aquí solo podía pedir tiempo. Para deshacer la complejidad, despejar el espacio y facilitarnos la vida. Para dar seguridad, para que vieras que entre mis defectos no está romper a los demás. No voluntariamente, al menos, como todos.

Sobre el de perdernos, poco puedo decir, porque ese es real y compartido. Solo que yo creía que podíamos ganar más.

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