martes, 27 de diciembre de 2016

Mientras espero a que me cuentes

No sé si llegaré a enseñarte esto. Es probable que por fin estés al comienzo de algo bonito y no quiero ser la única nota discordante. De momento solo tengo que desmadejar esto, desahogarme de alguna manera. Me está sorprendiendo mi propia reacción, la intensidad de los sentimientos. Ya lo sabes, me he acostumbrado a no sentir, así que no estoy acostumbrado a esto, tan súbitamente y por este motivo. Tiene gracia. Me he enfrentado a mil cosas, y he salido indemne, para que ahora llegue un hecho feliz, como que mi mejor amiga esté con un chico, y de pronto siento me acojone (y me acongoje).

Desde el principio. Me alegro muchísimo y sabes que he hecho y haré lo posible para que vayan las cosas bien. Nunca dejaría que ninguna irracionalidad o egoismo por mi parte te hiciera daño.

Pero al mismo tiempo, me siento mal. Dos motivos y no sé qué me influye más.

Por un lado, temo que las cosas te vayan mal. Que te haya tocado una mala persona, un egoista o simplemente un ignorante. Porque que me traten mal a mí no me importa. Las he visto venir de mil maneras y no me da miedo lo que el mundo me eche encima. Pero no soporto la idea que te hagan daño a ti. No te quiero ver triste, con miedo, anulada. No quiero que te hagan lo que he visto que la gente es capaz de hacer. Porque yo soy resistente, sí, pero además tengo mi cupo de malas acciones. En parte me merezco lo que me pase. Pero tú no. Tú eres siempre buena y amable, pase lo que pase. Eres lo bueno que puede haber en el mundo que vivimos. No quiero que te hagan mal y sé que no podré evitarlo si llega.

Por otro lado, temo que salga bien. Temo que este sea bueno, el definitivo, y que al final tengas que desplazarme para darle el espacio que debe necesitar. Sinceramente, no me veo capaz de afrontar las cosas yo solo. Es absurdo que yo diga esto, con lo que soy, con lo que parezco de cara a los demás. Pero me da miedo el mundo de fuera si se que no estás detrás de mí. Siempre te he tenido para contarte todo, siempre he sabido que pase lo que pase estarías ahí para cogerme si las cosas salían mal. Sin una red detrás o el escudo delante, sin la niña que espante a mis monstruos del armario, no sé si soy capaz, si dejo de ser esa persona invulnerable y me convierto en un juguete roto más.

Tan duro que eres y llorando porque mi amiga ha encontrado chico. Tiene tela, Arturito. Tiene tela.

Y lo más triste es que mi reflejo automático ha sido querer enseñarte el texto, contártelo todo como de costumbre. Pero esta vez no, porque eres tú quien me preocupa. Que salga todo bien, pero no te vayas, por favor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Di "amigo" y entra