[Suena]
Quizá el humo, imbricado con el aliento propio, vuela donde estoy pensando. Tendría sentido pues. Las hebras enroscándose a tu alrededor, en un salón sin corrientes. El humo recoge el momento su esencia y se fija para siempre en los muebles, en las paredes, abarca hasta los pensamientos y la música - intangible es intangible. El humo, en el portal entre lo físico y lo esencial, conductor y fijador perfecto de un instante.
Y se consuma el momento y vuelve a elevarse recto, capturándome solo a mí. Mirando el techo, finalizando los pensamientos, cuando unas hebras más finas y delicadas que la mías se cruzan y bailan delante de mis ojos.
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