Me impones silencio y yo observo de reojo el buzón por si llegaran cartas del otoño. Pero día a día sigue vacío y me acostumbro. Comienzo a colocar tablones de madera en mi casa de hierba y paja. Primero la puerta y después las paredes. Espero inconscientemente que vuelvas a tocarme el hombro antes de que termine de construirla, pero me propongo que no lo hagas y ya voy pensando en las piedras.
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Di "amigo" y entra