sábado, 4 de octubre de 2008
Armando y Expreso de Bohemia - Pringao.
No aspiraba a nada más que a quererla
y que a seguirla donde fuese que ella fuera;
a reír todas sus gracias y a llorar
lágrima por lágrima.
No le pedía más que permitiera ser su clínex salvador y multiusos;
llevaría siempre luto con tal de ser la sombra de su cuerpo.
Era un hombre colilla, un barquito en la botella de cristal,
preso y pringao al mismo tiempo,
condenado a la pena capital del atontamiento
vestido de amor.
Pringao, que eres un pringao,
más tonto que abundio.
Así reza el epitafio en tu sepulcro
"Muerto por pringao".
Diríase que era un hombre enamorado,
aunque esto carece de fundamento.
Nunca, chicos, nunca.
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Me encanta quello que decía Ortega: "el amor es un estado de idiotez transitoria".
ResponderEliminarchicos/as. porque no solo sois vosotros los que os podeis encntrar en esa situacion.
ResponderEliminarYo me preocupo de los del XY, que hoy por hoy son los que mas posibilidades tienen de ser enredados.
ResponderEliminarEl poder de los gusiluces...
ResponderEliminarBendito sea el poder de los gusiluces. Ahora y en la hora de nuestro ingreso en el psiquiátrico. Menos vivir y más pencar anda. Nos vemos.
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