lunes, 7 de julio de 2025

Día 3/30

 I. En el suelo

Segundo día durmiendo en el suelo,
con la tos, el vómito, la fiebre.
Y yo, tan cansado que casi me quiebro,
pensando en cómo me gustaría
contártelo mañana.
Pero no.
Vuelvo a estar solo.
Volvemos a estar solos.

 II. El miedo no es solo a perderte

Me da miedo que vuelvas y digas que no.
Pero me da más miedo
que vuelvas y digas que no sabes.
No podría quedarme otra vez
esperando claridad
en un corazón que no se decide,
o que creo que quiere irse 
de mí
y no se atreve.

III. Debes saber

Tengo la tentación de hablarte.
De decirte que si ya lo sabes, vuelvas antes.
Y si no lo sabes, no vuelvas aún, 
no hace falta, descansa.

Pero qué sentido tendría decírtelo
si ya lo deberías saber.

Si vuelves, que sea porque lo sientes.
Y si no, es una respuesta también.
 
IV. Si un mes nos rompe

Si un mes nos rompe,
entonces no era.

Hay vínculos que se duermen por meses,
otros que se reencuentran tras años.
¿No podríamos también
dejar esto en reposo un tiempo,
y aun así que algo vuelva a brotar?
Empiezo a ver cómo tuviste razón con segunda propuesta.
Aunque la primera - siempre - me sigue gustando más.  

V. Aniversario

Se acerca el aniversario.
Y no sé si celebrarlo en silencio,
resetear la fecha,
o dejar que pase como una hoja suelta
que el viento se lleva.

Te ofrecí pasarlo contigo.
Tú pediste espacio.
Y aunque me duela no escribirte,
me duele más pensar
que un simple mensaje
nos robe la calma
o rompa el último hilo

VI. Que este mes me salga a devolver

No sé si este mes traerá tu vuelta
o mi liberación.
Pero si descanso,
si me cuido,
si respeto el silencio
que pediste...
quizá, pase lo que pase,
este mes
me salga a devolver.

VII. El premio

Cuando hago las cosas bien,
cuando no escribo,
cuando espero con templanaza,
una parte de mí aún se sienta
a mirar la puerta.

Como si portarme bien
fuera una invocación.
Como si el silencio correcto
fuera una cuerda que te trajera de vuelta.

Y no vienes.
Entonces me golpea:
ya no hay vínculo.
No puedes ver el esfuerzo, las ganas de seguir
construyendo y trabajando.
No hay premio por portarse bien.
Solo el eco.
Y tengo ganas de romper el silencio
solo para decírtelo
que puedo, que vales la pena, que quiero,
¿tú quieres?
Luego pienso,
Que eso es lo que hice, he hecho,
la segunda vez, 
merecía la oportunidad y lo hice. 
Deberías saberlo aún.
Y aún así no estás, no apareces.

Sigo el camino, hay que hacerlo bien,
por ti, vuelvas o no,
por mí, aunque no estés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Di "amigo" y entra