Me muestras las mismas pesadillas, envueltas en ternura y calor. La promesa, el cebo de que valdrá la pena. Y yo, que solo quiero que valga la alegría, dudo en el último paso. He visto el pasado en el futuro y no sé decir qué es miedo y qué es experiencia. Tú lo notas, por un momento tus calcetines dejan de jugar con los míos y mi propia tristeza me devuelve la mirada desde tu lado de la almohada. Nos estamos matando antes de empezar.
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Di "amigo" y entra