Canción para ese periodo de paz incremental. Los rencores se van disipando, llega el momento de entender y aprender. Culpar es inútil e innecesario. Fueron errores mutuos y la próxima vez - aunque en este momento parezca que no volverá a llegar - se hará mejor.
Sensación extraña de volver a conocer a esa persona y, ahora sin tanto ruído, comprender. Fuimos distintos imposibles, sin sencilleces concedidas. Ahora ya no hay dolor, solo tristeza y pena agridulce de haber vivido, valido la pena y perdido. Tú prometiste lo que yo, nos equivocamos los dos pero que nadie nos culpe por haberlo intentado.
Ahora vacíos y desencuentros o encuentros que son querer y no poder. Obligados a tener la cáscara en el salón de casa. Extraños y anómalos, inciertos, rotos. Y yo solo digo que...
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