Ni mi cuarto ni mi casa me contienen. Me disperso a través de las rejas por las calles de este pueblo que estoy haciendo mío. Tranquilízate - me digo - aún tienes que guardar energía. Entonces me repliego y atraigo de vuelta mis ilusiones. Pero me voy a dormir y la sonrisa aún me baila en los labios.
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Di "amigo" y entra